El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Mamoneo, negligencia o vaya usted a saber
Pero si para La Caja el solar de la calle Pavía se ha convertido en una pesadilla, ya se podrán imaginar lo que supone para el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que tendrá que negociar para resarcir a los perjudicados por toda la suerte de tropelías que se fueron cometiendo desde que Soria (vaya, ¡qué casualidad!) decidió cambiarle el uso de deportivo a residencial y abrir de esa manera el camino a la familia Reyes para exigir la reversión de la parcela. Porque fue Soria quien hizo la pirueta más llamativa de cuantas han formado parte de este sainete. Atentos, porque la cosa tiene hasta retruécano urbanístico. ¿Recuerdan cuando ese admirado alcalde se llevó por delante, con nocturnidad y alevosía, el viejo edificio Woermann, protegido con todas sus consecuencias? Pues ahí arranca todo, porque lo siguiente que hizo esta joyita de la gestión fue ofrecer a Unelco una parte de los aprovechamientos del nuevo Woermann a cambio de la parcela de la Cicer, en Guanarteme, que de nada servía a la eléctrica. A esa pieza le otorgó uso deportivo, levantándoselo a la de Pavía, lo que abría las expectativas a los Reyes. Una docena de años después, Guanarteme no tiene dotaciones deportivas, Unelco se quedó con una joya en medio del istmo (sus actuales oficinas), los Reyes recuperarán una de las parcelas más apetitosas de la ciudad y ésta tendrá que compensar a La Caja, a Evemarina o al lucerito del alba por haber pagado con Pavía la permuta de El Confital.
Pero si para La Caja el solar de la calle Pavía se ha convertido en una pesadilla, ya se podrán imaginar lo que supone para el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que tendrá que negociar para resarcir a los perjudicados por toda la suerte de tropelías que se fueron cometiendo desde que Soria (vaya, ¡qué casualidad!) decidió cambiarle el uso de deportivo a residencial y abrir de esa manera el camino a la familia Reyes para exigir la reversión de la parcela. Porque fue Soria quien hizo la pirueta más llamativa de cuantas han formado parte de este sainete. Atentos, porque la cosa tiene hasta retruécano urbanístico. ¿Recuerdan cuando ese admirado alcalde se llevó por delante, con nocturnidad y alevosía, el viejo edificio Woermann, protegido con todas sus consecuencias? Pues ahí arranca todo, porque lo siguiente que hizo esta joyita de la gestión fue ofrecer a Unelco una parte de los aprovechamientos del nuevo Woermann a cambio de la parcela de la Cicer, en Guanarteme, que de nada servía a la eléctrica. A esa pieza le otorgó uso deportivo, levantándoselo a la de Pavía, lo que abría las expectativas a los Reyes. Una docena de años después, Guanarteme no tiene dotaciones deportivas, Unelco se quedó con una joya en medio del istmo (sus actuales oficinas), los Reyes recuperarán una de las parcelas más apetitosas de la ciudad y ésta tendrá que compensar a La Caja, a Evemarina o al lucerito del alba por haber pagado con Pavía la permuta de El Confital.