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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Manía de espiar que tienen, oye

Fue memorable aquel grito salido de las entrañas de José Manuel Soria tras una reunión del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas: “Este es el hecho más grave que ha ocurrido en la historia de la democracia en Canarias”. Se refería la falsa presencia de micrófonos y/o grabadoras de CANARIAS AHORA en la sala donde se reunían él y unas cuantas personas más, bajo la presidencia de ese portento de la pureza en la gestión que se llama José Manuel Arnáiz. El numerito de Soria y de la jefa de prensa de la Autoridad Portuaria, Teresa Cruz (fitetú), que también gritaba como si la hubiesen torturado, fue de tal calibre que hicieron ir para allá a un equipo del Cuerpo Nacional de Policía para que registrada la sala, previa accidentada suspensión de la reunión. La Policía, por supuesto, no encontró ningún micrófono. Años después sabemos, porque ellos mismos se delatan, que los que graban reuniones, ruedas de prensa y conversaciones privadas son precisamente los del PP. Qué morro, oye.

Fue memorable aquel grito salido de las entrañas de José Manuel Soria tras una reunión del consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas: “Este es el hecho más grave que ha ocurrido en la historia de la democracia en Canarias”. Se refería la falsa presencia de micrófonos y/o grabadoras de CANARIAS AHORA en la sala donde se reunían él y unas cuantas personas más, bajo la presidencia de ese portento de la pureza en la gestión que se llama José Manuel Arnáiz. El numerito de Soria y de la jefa de prensa de la Autoridad Portuaria, Teresa Cruz (fitetú), que también gritaba como si la hubiesen torturado, fue de tal calibre que hicieron ir para allá a un equipo del Cuerpo Nacional de Policía para que registrada la sala, previa accidentada suspensión de la reunión. La Policía, por supuesto, no encontró ningún micrófono. Años después sabemos, porque ellos mismos se delatan, que los que graban reuniones, ruedas de prensa y conversaciones privadas son precisamente los del PP. Qué morro, oye.