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Manolín Travieso deshoja la margarita

Pues sí, Manuel Travieso, el que fuera alcalde de Puerto del Rosario y uno de los más sólidos baluartes del asambleismo majorero, está siendo tentado para regresar a la política, que abandonó casi por la puerta de atrás de buenas a primeras. Quien le está tentando es Román Rodríguez, que lo quiere convertir en el hombre fuerte de Nueva Canarias en Fuerteventura, es decir, de Nueva Fuerteventura. Dicen en su entorno que le han dado carta blanca para que se haga con el partido en la isla con las máximas prerrogativas y para que monte unas buenas candidaturas que traten de romper la cada vez más frágil hegemonía de Asamblea Majorera-CC. Si las últimas informaciones no se han quedado viejas, Travieso aún no ha contestado a la oferta, y no porque no le apetezca medirse con Mario Cabrera, contra el que guarda unas viejas cuentas pendientes, sino porque ha de sopesar otras cuestiones en presencia. Y no nos referimos necesariamente a la oferta que le hizo el otro día en un almuerzo en Villaverde el marqués de las Dunas, Domingo González Arroyo, oscuro objeto de deseo de varias fuerzas políticas. Fitetú qué cosas.

Pues sí, Manuel Travieso, el que fuera alcalde de Puerto del Rosario y uno de los más sólidos baluartes del asambleismo majorero, está siendo tentado para regresar a la política, que abandonó casi por la puerta de atrás de buenas a primeras. Quien le está tentando es Román Rodríguez, que lo quiere convertir en el hombre fuerte de Nueva Canarias en Fuerteventura, es decir, de Nueva Fuerteventura. Dicen en su entorno que le han dado carta blanca para que se haga con el partido en la isla con las máximas prerrogativas y para que monte unas buenas candidaturas que traten de romper la cada vez más frágil hegemonía de Asamblea Majorera-CC. Si las últimas informaciones no se han quedado viejas, Travieso aún no ha contestado a la oferta, y no porque no le apetezca medirse con Mario Cabrera, contra el que guarda unas viejas cuentas pendientes, sino porque ha de sopesar otras cuestiones en presencia. Y no nos referimos necesariamente a la oferta que le hizo el otro día en un almuerzo en Villaverde el marqués de las Dunas, Domingo González Arroyo, oscuro objeto de deseo de varias fuerzas políticas. Fitetú qué cosas.