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OPINIÓN | 'En el límite', por Antón Losada

Manuel Fernández, capital El Pinar

Es secretario general del PP canario, o sea, el número dos de la organización, lo que en estos tiempos que corren equivale a ser el número uno cinco días a la semana. Manuel Fernández, que así se llama este buen señor, hizo este jueves su aportación al debate nacional abierto por su partido con el muy enjundioso objetivo de desmontar el estado de las autonomías de la manera más rápida posible. Fernández declaró a Canal 4 Radio, de Santa Cruz de Tenerife, que es partidario de eliminar los cabildos de Tenerife y de Gran Canaria porque al fin y al cabo en ambas islas están suficientemente representados todos los órganos directivos de la Comunidad Autónoma, órganos que él reducía a las sedes de las consejerías. La organización político-administrativa que el secretario general del PP tiene en la cabeza incluye que las islas no capitalinas -“menores”, las llamó él- tengan una especie de delegaciones del Gobierno regional. La propuesta se quedó ahí de momento porque, que sepamos, el señor Fernández no se expresó acerca de la continuidad del Parlamento de Canarias, del que es diputado por la isla de Tenerife, ni sobre cómo se organizarían esos dos gobiernos suprainsulares que reinarían en las islas capitalinas de este modo tan sandunguero que él ha diseñado.

Es secretario general del PP canario, o sea, el número dos de la organización, lo que en estos tiempos que corren equivale a ser el número uno cinco días a la semana. Manuel Fernández, que así se llama este buen señor, hizo este jueves su aportación al debate nacional abierto por su partido con el muy enjundioso objetivo de desmontar el estado de las autonomías de la manera más rápida posible. Fernández declaró a Canal 4 Radio, de Santa Cruz de Tenerife, que es partidario de eliminar los cabildos de Tenerife y de Gran Canaria porque al fin y al cabo en ambas islas están suficientemente representados todos los órganos directivos de la Comunidad Autónoma, órganos que él reducía a las sedes de las consejerías. La organización político-administrativa que el secretario general del PP tiene en la cabeza incluye que las islas no capitalinas -“menores”, las llamó él- tengan una especie de delegaciones del Gobierno regional. La propuesta se quedó ahí de momento porque, que sepamos, el señor Fernández no se expresó acerca de la continuidad del Parlamento de Canarias, del que es diputado por la isla de Tenerife, ni sobre cómo se organizarían esos dos gobiernos suprainsulares que reinarían en las islas capitalinas de este modo tan sandunguero que él ha diseñado.