El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
La media ficha de N'Kong
Pero las escaramuzas de Towers y compañía no siempre son tan sibilinas, por llamarlas de algún modo y darles cuartelillo de vez en cuando. Las hay más chuscas, y no nos referimos a los modales que tuvieron con Aparicio, por ejemplo, al que dieron puerta en el hall del hotel Santa Catalina como quien despide al taxista que te llevó hasta allí. Nos referimos al asunto Cicovic y a las presuntas relaciones que este caso tiene con el camerunés N'Kong. Cuentan nuestros infiltrados que N'Kong tiene en su ficha una determinada cantidad económica que, por misterios inescrutables de esos tan habituales últimamente en el club, se redujo exactamente a la mitad. De ahí que el hombre se plantificara el pasado jueves por la tarde en Pio XII a montar un pollo. Llovía sobre mojado porque el lunes el entrenador tuvo sus más y sus menos con él, y el miércoles descubrió que nadie había avisado a Domingo Alonso para que a él también le dieran un coche. Muchos argumentos tuvo que poner sobre la mesa el jueves para que la directiva decidiera inscribirlo a él y no a Cicovic, contraviniendo claramente las preferencias del entrenador.
Pero las escaramuzas de Towers y compañía no siempre son tan sibilinas, por llamarlas de algún modo y darles cuartelillo de vez en cuando. Las hay más chuscas, y no nos referimos a los modales que tuvieron con Aparicio, por ejemplo, al que dieron puerta en el hall del hotel Santa Catalina como quien despide al taxista que te llevó hasta allí. Nos referimos al asunto Cicovic y a las presuntas relaciones que este caso tiene con el camerunés N'Kong. Cuentan nuestros infiltrados que N'Kong tiene en su ficha una determinada cantidad económica que, por misterios inescrutables de esos tan habituales últimamente en el club, se redujo exactamente a la mitad. De ahí que el hombre se plantificara el pasado jueves por la tarde en Pio XII a montar un pollo. Llovía sobre mojado porque el lunes el entrenador tuvo sus más y sus menos con él, y el miércoles descubrió que nadie había avisado a Domingo Alonso para que a él también le dieran un coche. Muchos argumentos tuvo que poner sobre la mesa el jueves para que la directiva decidiera inscribirlo a él y no a Cicovic, contraviniendo claramente las preferencias del entrenador.