El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Los médicos, reculando
Han hecho un penoso papelón los miembros de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Las Palmas, que impulsados por algún mecanismo que a nosotros se nos escapa, quisieron poner contra las cuerdas a una forense que sólo cometió el pecado de ejercer como profesional ante los tribunales de Justicia, a los que se debe como cualquier otro ciudadano. María José Meilán ejerció de perito forense en la causa penal que acabó en la condena (en estos momentos recurrida ante la Audiencia Provincial) de tres médicos del Materno Infantil por la muerte de una parturienta. El corporativismo mal entendido, las viejas rencillas en el hoy pomposo Instituto de Medicina Legal y la notable influencia de uno de los condenados condujeron al Colegio de Médicos a un terrible ridículo del que, por fortuna, ha tardado muy poco en salirse.
Han hecho un penoso papelón los miembros de la Comisión Deontológica del Colegio de Médicos de Las Palmas, que impulsados por algún mecanismo que a nosotros se nos escapa, quisieron poner contra las cuerdas a una forense que sólo cometió el pecado de ejercer como profesional ante los tribunales de Justicia, a los que se debe como cualquier otro ciudadano. María José Meilán ejerció de perito forense en la causa penal que acabó en la condena (en estos momentos recurrida ante la Audiencia Provincial) de tres médicos del Materno Infantil por la muerte de una parturienta. El corporativismo mal entendido, las viejas rencillas en el hoy pomposo Instituto de Medicina Legal y la notable influencia de uno de los condenados condujeron al Colegio de Médicos a un terrible ridículo del que, por fortuna, ha tardado muy poco en salirse.