El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Lo mejor para CC
Una presumible ruptura del pacto en Telde, provocada desde la alcaldía, no era especialmente lamentada este jueves en Coalición Canaria. Su dirigente local, Pablo Rodríguez, convertido en líder tras la estampida de Antonio Hernández Lobo, sería el más beneficiado: sus dos actas de concejal, con menos votos incluso que el PSOE (que ya es decir) habrían sido muy rentables estos dos años y medio de mandato por haberle catapultado a la notoriedad pública y elevado en la consideración interna de su partido. A su favor cuenta que no fue él sino Hernández Lobo, con el respaldo del secretario general insular, Fernando Bañolas, quienes dieron la alcaldía al PP por el desmedido desafuero de dejar a Nueva Canarias en la oposición. Y será esa ruptura unilateral provocada por el PP el que lo inhabilite en el futuro para ser un socio leal y fiable tras las elecciones de 2015. Porque es de esperar que Coalición Canaria en Gran Canaria haya aprendido lo que significa sorroballarse con el PP. En un patinazo histórico, Fernando Bañolas dio la presidencia del Cabildo a Bravo de Laguna la misma noche electoral, sin escuchar ofertas ni negociar con nadie más y a cambio de una vicepresidencia y un par de áreas que perdió solo cuatro meses después. Dio el gobierno municipal al PP en Firgas y en Moya, con el resultado calamitoso ya conocido. Y otorgó a los populares la alcaldía de la segunda ciudad más importante de la isla en un pacto que ha estado plagado de amagos de corrupción, deslealtades y tiranteces que desde luego no han contribuido en nada a la mejora de la imagen que los teldenses tienen de su ayuntamiento. Por lo tanto, ser expulsados del gobierno municipal será una dicha para Coalición Canaria. La memoria del electorado es frágil y en el tiempo que resta hasta 2015 olvidará que han sido los nacionalistas los que consumaron este mal gobierno municipal. Lo malo es que Bañolas no parece haber aprendido: su acercamiento a los rebeldes de CC, con Clavijo y Oramas a la cabeza, reforzaría el empeño de pactar incluso el Gobierno regional con la muchachada de Soria. Ni a palos aprenden, oye.
Una presumible ruptura del pacto en Telde, provocada desde la alcaldía, no era especialmente lamentada este jueves en Coalición Canaria. Su dirigente local, Pablo Rodríguez, convertido en líder tras la estampida de Antonio Hernández Lobo, sería el más beneficiado: sus dos actas de concejal, con menos votos incluso que el PSOE (que ya es decir) habrían sido muy rentables estos dos años y medio de mandato por haberle catapultado a la notoriedad pública y elevado en la consideración interna de su partido. A su favor cuenta que no fue él sino Hernández Lobo, con el respaldo del secretario general insular, Fernando Bañolas, quienes dieron la alcaldía al PP por el desmedido desafuero de dejar a Nueva Canarias en la oposición. Y será esa ruptura unilateral provocada por el PP el que lo inhabilite en el futuro para ser un socio leal y fiable tras las elecciones de 2015. Porque es de esperar que Coalición Canaria en Gran Canaria haya aprendido lo que significa sorroballarse con el PP. En un patinazo histórico, Fernando Bañolas dio la presidencia del Cabildo a Bravo de Laguna la misma noche electoral, sin escuchar ofertas ni negociar con nadie más y a cambio de una vicepresidencia y un par de áreas que perdió solo cuatro meses después. Dio el gobierno municipal al PP en Firgas y en Moya, con el resultado calamitoso ya conocido. Y otorgó a los populares la alcaldía de la segunda ciudad más importante de la isla en un pacto que ha estado plagado de amagos de corrupción, deslealtades y tiranteces que desde luego no han contribuido en nada a la mejora de la imagen que los teldenses tienen de su ayuntamiento. Por lo tanto, ser expulsados del gobierno municipal será una dicha para Coalición Canaria. La memoria del electorado es frágil y en el tiempo que resta hasta 2015 olvidará que han sido los nacionalistas los que consumaron este mal gobierno municipal. Lo malo es que Bañolas no parece haber aprendido: su acercamiento a los rebeldes de CC, con Clavijo y Oramas a la cabeza, reforzaría el empeño de pactar incluso el Gobierno regional con la muchachada de Soria. Ni a palos aprenden, oye.