Mena pide 60.000 euros por su honor

José Luis Mena, uno de los peores cánceres que ha sufrido a lo largo de su convulsa historia el Ayuntamiento de Telde, tiene todo el derecho a defender su honor. Él lo valora en 60.000 euros en una demanda civil que ha interpuesto contra este periódico por haber publicado que su patrimonio ha sido investigado por la Policía e incorporado a la correspondiente causa judicial. Decíamos en el suelto que ha inquietado el honor de este imputado por diversos delitos que no es verdad que se le haya investigado su llamativa trayectoria patrimonial, y considera insultante que dijéramos que gastaba a espuertas y que se hizo un imponente chalet en La Garita con claras reminiscencias de Falcon Crest. Hemos vuelto sobre nuestros pasos y consultado con las mismas fuentes de entonces, y nos reiteran la veracidad de lo publicado. Y la grandiosidad del chabolo que se hizo el buen señor, no sin despertar no sólo las sospechas policiales, sino incluso la inquietud telefónica de sus seres más queridos. El 15 de septiembre, acto de conciliación en el Juzgado de Primera Instancia número 9 de Las Palmas de Gran Canaria.

José Luis Mena, uno de los peores cánceres que ha sufrido a lo largo de su convulsa historia el Ayuntamiento de Telde, tiene todo el derecho a defender su honor. Él lo valora en 60.000 euros en una demanda civil que ha interpuesto contra este periódico por haber publicado que su patrimonio ha sido investigado por la Policía e incorporado a la correspondiente causa judicial. Decíamos en el suelto que ha inquietado el honor de este imputado por diversos delitos que no es verdad que se le haya investigado su llamativa trayectoria patrimonial, y considera insultante que dijéramos que gastaba a espuertas y que se hizo un imponente chalet en La Garita con claras reminiscencias de Falcon Crest. Hemos vuelto sobre nuestros pasos y consultado con las mismas fuentes de entonces, y nos reiteran la veracidad de lo publicado. Y la grandiosidad del chabolo que se hizo el buen señor, no sin despertar no sólo las sospechas policiales, sino incluso la inquietud telefónica de sus seres más queridos. El 15 de septiembre, acto de conciliación en el Juzgado de Primera Instancia número 9 de Las Palmas de Gran Canaria.