Mentiras de Ruano (II)

Ocho meses dan para mucho, incluso para que la capacidad de memoria de un humano se evapore y desaparezcan ciertos elementos de la realidad que le rodea. Hace exactamente ocho meses, el 15 de enero de 2009, se levantaba de su escaño en el Parlamento de Canarias el consejero de Presidencia del Gobierno, José Miguel Ruano, para intervenir en favor de las tesis que en aquel momento defendía el Ejecutivo y los dos grupos parlamentarios que lo apoyan (CC y PP) en relación con el escándalo de Tebeto. Aquellas tesis no eran otras que culpar al PSOE del desaguisado por una decisión de 1993 que el tiempo y la implacable realidad, han desmontado. Pero Ruano, además de aquellas falacias hoy aparcadas por los mismos palanquines, dijo algo muy suculento, algo que se contradice por completo con lo que sostuvo el pasado viernes en sede gubernamental sobre los informes periciales del escándalo de Tebeto. Mintió de nuevo, porque de mentir parece que se trata también en este asunto.

Ocho meses dan para mucho, incluso para que la capacidad de memoria de un humano se evapore y desaparezcan ciertos elementos de la realidad que le rodea. Hace exactamente ocho meses, el 15 de enero de 2009, se levantaba de su escaño en el Parlamento de Canarias el consejero de Presidencia del Gobierno, José Miguel Ruano, para intervenir en favor de las tesis que en aquel momento defendía el Ejecutivo y los dos grupos parlamentarios que lo apoyan (CC y PP) en relación con el escándalo de Tebeto. Aquellas tesis no eran otras que culpar al PSOE del desaguisado por una decisión de 1993 que el tiempo y la implacable realidad, han desmontado. Pero Ruano, además de aquellas falacias hoy aparcadas por los mismos palanquines, dijo algo muy suculento, algo que se contradice por completo con lo que sostuvo el pasado viernes en sede gubernamental sobre los informes periciales del escándalo de Tebeto. Mintió de nuevo, porque de mentir parece que se trata también en este asunto.