175 millones de euros por el Parque de la Música

Comprenderíamos que algunos concejales de la actual mayoría de Gobierno de Las Palmas de Gran Canaria tengan unas ganas locas de mandarse a mudar y no volver a pisar el hotel Metropole en la vida, que para eso ya se puede hacer todo por Internet. Les ha tocado bailar con la más fea (dicho sea sin segundas) y apechugar con unas precarias cuentas derivadas de la crisis económica y con los impredecibles, irresponsables y astronómicos marrones heredados de la funesta etapa del PP. No vamos a hacer un nuevo recordatorio de los sablazos dejados por Soria y Pepa, pero sepan que a todos ellos, que suman casi un Tebeto, se añadirá este miércoles un polvazo de 175 millones de euros procedentes de las expropiaciones que nadie hizo para el Parque de la Música de El Rincón. Esa es la cantidad que reclaman en estos momentos los propietarios de las distintas piezas de suelo que el PP calificó como Plan Especial del Parque de la Música en su Plan General de 2000, pero sin añadirle la correspondiente ficha financiera que de alguna manera avalara una pretensión tan soñada como al parecer imposible de alcanzar.

Comprenderíamos que algunos concejales de la actual mayoría de Gobierno de Las Palmas de Gran Canaria tengan unas ganas locas de mandarse a mudar y no volver a pisar el hotel Metropole en la vida, que para eso ya se puede hacer todo por Internet. Les ha tocado bailar con la más fea (dicho sea sin segundas) y apechugar con unas precarias cuentas derivadas de la crisis económica y con los impredecibles, irresponsables y astronómicos marrones heredados de la funesta etapa del PP. No vamos a hacer un nuevo recordatorio de los sablazos dejados por Soria y Pepa, pero sepan que a todos ellos, que suman casi un Tebeto, se añadirá este miércoles un polvazo de 175 millones de euros procedentes de las expropiaciones que nadie hizo para el Parque de la Música de El Rincón. Esa es la cantidad que reclaman en estos momentos los propietarios de las distintas piezas de suelo que el PP calificó como Plan Especial del Parque de la Música en su Plan General de 2000, pero sin añadirle la correspondiente ficha financiera que de alguna manera avalara una pretensión tan soñada como al parecer imposible de alcanzar.