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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Momentos únicos para callar

Hay quienes esperan con tanta ansia su cuartito de hora para la gloria que confunden el momento. Se lanzan en plancha a pontificar cuando no toca y el patinazo es de proporciones siderales. Fue así de enorme el que sufrió este martes Pancho Ramírez, decano de los ingenieros industriales de Canarias, que en unas declaraciones a la prensa hizo lo que nadie se esperaba de él. Con motivo de la comparecencia ante el juez Parramón de su colega José Antonio Lucendo, Ramírez se metió en un frondoso jardin del que no pudo salirse. Perdió una hermosa ocasión para callarse, como la perdió La Caja cuando salió a desmarcarse de uno de sus directivos imputados (luego le puso un abogado para terminar por quitárselo). Ramírez habló de la ausencia de politización del Colegio de Ingenieros cuando nada de eso estaba en entredicho, cuando pudo haber dicho de Lucendo lo que todo el colectivo dice, cuando pudo hacer un natural y constitucional llamamiento a la presunción de inocencia. Tuvo unos equivocados quince minutos de gloria que tardará en olvidar.

Hay quienes esperan con tanta ansia su cuartito de hora para la gloria que confunden el momento. Se lanzan en plancha a pontificar cuando no toca y el patinazo es de proporciones siderales. Fue así de enorme el que sufrió este martes Pancho Ramírez, decano de los ingenieros industriales de Canarias, que en unas declaraciones a la prensa hizo lo que nadie se esperaba de él. Con motivo de la comparecencia ante el juez Parramón de su colega José Antonio Lucendo, Ramírez se metió en un frondoso jardin del que no pudo salirse. Perdió una hermosa ocasión para callarse, como la perdió La Caja cuando salió a desmarcarse de uno de sus directivos imputados (luego le puso un abogado para terminar por quitárselo). Ramírez habló de la ausencia de politización del Colegio de Ingenieros cuando nada de eso estaba en entredicho, cuando pudo haber dicho de Lucendo lo que todo el colectivo dice, cuando pudo hacer un natural y constitucional llamamiento a la presunción de inocencia. Tuvo unos equivocados quince minutos de gloria que tardará en olvidar.