Todos menos 'El Mundo'

Las acercábamos este lunes, en nuestra tradicional bisoñez, el reportaje que publicó el domingo el diario El País sobre el mapa de la corrupción política en España. En él, como les dijimos, aparece Canarias haciendo triplete: Eolo, Faycán y Las Teresitas, que esa es otra que dará que hablar en breve. Pero por nuestro acreditado sectarismo, no tuvimos la precaución ni la profesionalidad de consultar el mismo mapa de la corrupción que ese mismo domingo publicaba el diario El Mundo, martillo de este tipo de perniciosas prácticas, especialmente cuando las protagoniza el PSOE. Lo consultamos este lunes, por lo que pedimos disculpas a nuestros lectores y a nuestro entrañable colega Pedrojota. Lo que pasa es que descubrimos que en tal reportaje no aparece la menor mención a las Islas Canarias, lo que seguramente habrán interpretado los lectores del periódico como corrupción cero. Pues no. Lo que pasa es que la corresponsal de El Mundo en Canarias es la esposa de Larry Álvarez, y no está precisamente el horno para bollos. Es bonita la independencia, ¿verdad?

Las acercábamos este lunes, en nuestra tradicional bisoñez, el reportaje que publicó el domingo el diario El País sobre el mapa de la corrupción política en España. En él, como les dijimos, aparece Canarias haciendo triplete: Eolo, Faycán y Las Teresitas, que esa es otra que dará que hablar en breve. Pero por nuestro acreditado sectarismo, no tuvimos la precaución ni la profesionalidad de consultar el mismo mapa de la corrupción que ese mismo domingo publicaba el diario El Mundo, martillo de este tipo de perniciosas prácticas, especialmente cuando las protagoniza el PSOE. Lo consultamos este lunes, por lo que pedimos disculpas a nuestros lectores y a nuestro entrañable colega Pedrojota. Lo que pasa es que descubrimos que en tal reportaje no aparece la menor mención a las Islas Canarias, lo que seguramente habrán interpretado los lectores del periódico como corrupción cero. Pues no. Lo que pasa es que la corresponsal de El Mundo en Canarias es la esposa de Larry Álvarez, y no está precisamente el horno para bollos. Es bonita la independencia, ¿verdad?