El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Negociar el interés general
La reunión en casa de Mauricio se extendió desde las diez y media de la mañana hasta las dos y media de la tarde, lo que significa que el consejero puso los sofás y el café con leche, pero no los invitó a almorzar. Hablaron mucho, y de diversos temas, pero el motivo central de la reunión fue la dichosa moratoria que trae a mal traer a algunos empresarios con ganas de que las excepciones les beneficien sólo a ellos. Moratoria sí, vienen a resumir, pero para todos los demás. Así las cosas, Eustasio López y Santiago Santana Cazorla trataron de arrimar el ascua de las 3.600 camas de excepción anual a cada una de sus sardinas, es decir, a las urbanizaciones Anfi Tauro y Meloneras Golf. La tesis principal, siempre con ese sentido que tiene Mauricio de lo salomónico, fue repartir las camas a medias, lo que no terminó por agradar a ninguno de los dos empresarios, uno porque asegura que el otro tiene el plan parcial anulado por los tribunales, y el otro porque dice del primero que siempre se lo quiere comer todo. Pero el fondo de la cuestión es el más grave: ¿qué hacen dos empresarios y un consejero del Gobierno negociando el interés general? ¿Se puede repartir entre dos sin contar con nadie más? ¿Se conoce algún otro empresario interesado? ¿Se ha valorado el interés de alguno de los presentes de tener más camas sólo para especular? ¿Conocía esa reunión Adán Martín?
La reunión en casa de Mauricio se extendió desde las diez y media de la mañana hasta las dos y media de la tarde, lo que significa que el consejero puso los sofás y el café con leche, pero no los invitó a almorzar. Hablaron mucho, y de diversos temas, pero el motivo central de la reunión fue la dichosa moratoria que trae a mal traer a algunos empresarios con ganas de que las excepciones les beneficien sólo a ellos. Moratoria sí, vienen a resumir, pero para todos los demás. Así las cosas, Eustasio López y Santiago Santana Cazorla trataron de arrimar el ascua de las 3.600 camas de excepción anual a cada una de sus sardinas, es decir, a las urbanizaciones Anfi Tauro y Meloneras Golf. La tesis principal, siempre con ese sentido que tiene Mauricio de lo salomónico, fue repartir las camas a medias, lo que no terminó por agradar a ninguno de los dos empresarios, uno porque asegura que el otro tiene el plan parcial anulado por los tribunales, y el otro porque dice del primero que siempre se lo quiere comer todo. Pero el fondo de la cuestión es el más grave: ¿qué hacen dos empresarios y un consejero del Gobierno negociando el interés general? ¿Se puede repartir entre dos sin contar con nadie más? ¿Se conoce algún otro empresario interesado? ¿Se ha valorado el interés de alguno de los presentes de tener más camas sólo para especular? ¿Conocía esa reunión Adán Martín?