Obsequioso José Carlos Mauricio

No logró llenar del todo el salón de actos del CICCA el que en otros tiempos fuera conseguidor máximo y becerro de oro adorado por los más elevados poderes empresariales de la nacionalidad. Pero José Carlos Mauricio (Gáldar, 1941) despertó gran expectación en su regreso al mundanal ruido de la mano de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, lo que le llevó a advertir de entrada a la concurrencia que no piensa regresar a la política. “Aquí afuera se está mucho mejor”, dijo para decepción de algunos y regocijo de la mayoría. La máxima autoridad presente era nada menos que José Manuel Soria, al que flanqueaban dos consejeros de Coalición Canaria, Milagros Luis Brito y Jorge Rodríguez. No vimos a ningún socialista destacado, lo que permitió al conferenciante cargar de manera inmisericorde contra el PSOE, ora por la postura de Zapatero y Fernández de la Vega ante la crisis, ora por la pretensión de los de aquí reformar la Ley Electoral... O por pretender levantarle al pobrecito Gobierno canario unas perrillas para los cabildos y los ayuntamientos. Las autoridades presentes, eso sí, salieron bien regaladitas.

No logró llenar del todo el salón de actos del CICCA el que en otros tiempos fuera conseguidor máximo y becerro de oro adorado por los más elevados poderes empresariales de la nacionalidad. Pero José Carlos Mauricio (Gáldar, 1941) despertó gran expectación en su regreso al mundanal ruido de la mano de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, lo que le llevó a advertir de entrada a la concurrencia que no piensa regresar a la política. “Aquí afuera se está mucho mejor”, dijo para decepción de algunos y regocijo de la mayoría. La máxima autoridad presente era nada menos que José Manuel Soria, al que flanqueaban dos consejeros de Coalición Canaria, Milagros Luis Brito y Jorge Rodríguez. No vimos a ningún socialista destacado, lo que permitió al conferenciante cargar de manera inmisericorde contra el PSOE, ora por la postura de Zapatero y Fernández de la Vega ante la crisis, ora por la pretensión de los de aquí reformar la Ley Electoral... O por pretender levantarle al pobrecito Gobierno canario unas perrillas para los cabildos y los ayuntamientos. Las autoridades presentes, eso sí, salieron bien regaladitas.