Se olvidó de los de Coalición Canaria

Desgraciadamente, Santiago Santana Cazorla se olvidó de los nombres de al menos dos políticos de Coalición Canaria que también veranearon en más de una ocasión en Anfi del Mar, quizás porque el más importante de ellos ya se ha retirado de la política activa y el otro, hermano de un preboste con mando en plaza, no conviene ser citado. Puede también que tales precauciones respondan a la falta de interés de cargar las tintas sobre el mismo Gobierno que resolvió lo de Tauro. En fin. Pero si la magistrada tuviera interés en conocer las condiciones de pernoctación de estos invitados y las que disfrutaba José Manuel Soria y su familia (su suegra incluida) sólo tendría que llamar a declarar a algunos empleados de la compañía, particularmente a aquellos que tuvieron que dedicarse horas y horas a destruir cualquier rastro informático en los ordenadores de Anfi, incluidas las fotografías de las matrículas de los coches que entraban en el parking del complejo turístico y que quedaban grabadas por las cámaras de seguridad. Tras el estallido de Góndola perecieron en las profundidades a las que conduce la tecla delete.

Desgraciadamente, Santiago Santana Cazorla se olvidó de los nombres de al menos dos políticos de Coalición Canaria que también veranearon en más de una ocasión en Anfi del Mar, quizás porque el más importante de ellos ya se ha retirado de la política activa y el otro, hermano de un preboste con mando en plaza, no conviene ser citado. Puede también que tales precauciones respondan a la falta de interés de cargar las tintas sobre el mismo Gobierno que resolvió lo de Tauro. En fin. Pero si la magistrada tuviera interés en conocer las condiciones de pernoctación de estos invitados y las que disfrutaba José Manuel Soria y su familia (su suegra incluida) sólo tendría que llamar a declarar a algunos empleados de la compañía, particularmente a aquellos que tuvieron que dedicarse horas y horas a destruir cualquier rastro informático en los ordenadores de Anfi, incluidas las fotografías de las matrículas de los coches que entraban en el parking del complejo turístico y que quedaban grabadas por las cámaras de seguridad. Tras el estallido de Góndola perecieron en las profundidades a las que conduce la tecla delete.