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La oportunidad perdida de Paulino Rivero

Lejos de aprovechar las enseñanzas que pudieran extraerse de la remodelación hecha por Rodríguez Zapatero, su flamante socio de legislatura canario, Paulino Rivero, prefirió una caricatura. El PP canario le ofreció una oportunidad que difícilmente pueda volver a repetirse de situarse en el lugar que debe ocupar un responsable político de una comunidad autónoma verdaderamente jodida en lo económico y en lo social. Lejos de reivindicar la dignidad institucional que el cargo y el momento requieren, Rivero optó por permitirle al PP que eligiera entre susto o muerte, y a continuación, conformar un nuevo Gobierno con una pretendida carga grancanaria que en realidad tiene una descarada (y seguramente inútil) intencionalidad electoral. Porque siendo cierto que ha reforzado la presencia de miembros de CC de esa isla (Mari Mar Julios y Fernando Bañolas) parece un mal chiste que cualquiera de los dos pueda sacar tajada electoral administrando las listas del paro, la señora Julios, y las de espera, el señor Bañolas. Y, para colmo, manda a Jorge Rodríguez a hacerse cargo del paquete que ha dejado Soria en la Consejería de Economía y Hacienda, con lo que condena a hacer de apagafuegos al mejor posicionado de los valores electorales de CC en la Isla. Sobre esta remodelación también tenemos una frase gloriosa de Rivero para la galería de una semana tan frenética: “Un Gobierno más fuerte, más capaz y más austero”. Veamos.

Lejos de aprovechar las enseñanzas que pudieran extraerse de la remodelación hecha por Rodríguez Zapatero, su flamante socio de legislatura canario, Paulino Rivero, prefirió una caricatura. El PP canario le ofreció una oportunidad que difícilmente pueda volver a repetirse de situarse en el lugar que debe ocupar un responsable político de una comunidad autónoma verdaderamente jodida en lo económico y en lo social. Lejos de reivindicar la dignidad institucional que el cargo y el momento requieren, Rivero optó por permitirle al PP que eligiera entre susto o muerte, y a continuación, conformar un nuevo Gobierno con una pretendida carga grancanaria que en realidad tiene una descarada (y seguramente inútil) intencionalidad electoral. Porque siendo cierto que ha reforzado la presencia de miembros de CC de esa isla (Mari Mar Julios y Fernando Bañolas) parece un mal chiste que cualquiera de los dos pueda sacar tajada electoral administrando las listas del paro, la señora Julios, y las de espera, el señor Bañolas. Y, para colmo, manda a Jorge Rodríguez a hacerse cargo del paquete que ha dejado Soria en la Consejería de Economía y Hacienda, con lo que condena a hacer de apagafuegos al mejor posicionado de los valores electorales de CC en la Isla. Sobre esta remodelación también tenemos una frase gloriosa de Rivero para la galería de una semana tan frenética: “Un Gobierno más fuerte, más capaz y más austero”. Veamos.