El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El órdago de Carmelo Padrón
El escándalo de Tindaya se ha llevado por delante la credibilidad de una buena parte de la clase política. Porque fue en el Parlamento donde se votó una resolución en la que se aseguraba que no había responsabilidades políticas de nadie. Cuatro votos del PP salvaron aquel día a Coalición Canaria de una derrota bastante severa y de consecuencias difíciles de prever. Unos meses antes, un perseverante diputado de nombre Carmelo Padrón había sostenido en la Cámara uno de los enfrentamientos dialécticos más duros de la historia de la nacionalidad. Se atrevió nada menos que con Lorenzo Olarte, vicepresidente y consejero de Turismo, que trató de anular a su oponente recordándole el caso Guillén, recientemente archivado también. Padrón pronunció entonces una de las frases más contundentes que se recuerdan en Teobaldo Power: “Señor Olarte: yo he podido meter la pata, pero no la mano; suba usted aquí y diga lo mismo”.
El escándalo de Tindaya se ha llevado por delante la credibilidad de una buena parte de la clase política. Porque fue en el Parlamento donde se votó una resolución en la que se aseguraba que no había responsabilidades políticas de nadie. Cuatro votos del PP salvaron aquel día a Coalición Canaria de una derrota bastante severa y de consecuencias difíciles de prever. Unos meses antes, un perseverante diputado de nombre Carmelo Padrón había sostenido en la Cámara uno de los enfrentamientos dialécticos más duros de la historia de la nacionalidad. Se atrevió nada menos que con Lorenzo Olarte, vicepresidente y consejero de Turismo, que trató de anular a su oponente recordándole el caso Guillén, recientemente archivado también. Padrón pronunció entonces una de las frases más contundentes que se recuerdan en Teobaldo Power: “Señor Olarte: yo he podido meter la pata, pero no la mano; suba usted aquí y diga lo mismo”.