El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Padres que se enteran en la Supercomisaría
Si la población de Las Palmas de Gran Canaria está impactada por las pocas noticias que se filtran del sumario del caso Kárate, es fácil imaginarse cómo están encajando los testimonios de las víctimas los investigadores policiales y los funcionarios judiciales, con el juez al frente. Son testimonios verdaderamente espeluznantes que delatan un comportamiento sectario y perverso presuntamente impuesto por los tres directivos del gimnasio, actualmente en prisión preventiva desde que estallara el caso. Y el caso estalló casi sin querer, por una denuncia de una víctima que, día tras día, se ha convertido en una auténtica pesadilla. Por la Supercomisaría no paran de aparecer denunciantes, muchos ya mayores de edad, que aseguran haber sufrido violaciones cuando eran menores. Allí, en las dependencias policiales, tras contar sus casos por primera vez, sorprenden a los oficiales pidiendo que llamen a sus padres para confesarles lo que, en algunos casos, llevan años ocultando. La Policía ha puesto a disposición de víctimas y de familiares los servicios de un psicólogo.
Si la población de Las Palmas de Gran Canaria está impactada por las pocas noticias que se filtran del sumario del caso Kárate, es fácil imaginarse cómo están encajando los testimonios de las víctimas los investigadores policiales y los funcionarios judiciales, con el juez al frente. Son testimonios verdaderamente espeluznantes que delatan un comportamiento sectario y perverso presuntamente impuesto por los tres directivos del gimnasio, actualmente en prisión preventiva desde que estallara el caso. Y el caso estalló casi sin querer, por una denuncia de una víctima que, día tras día, se ha convertido en una auténtica pesadilla. Por la Supercomisaría no paran de aparecer denunciantes, muchos ya mayores de edad, que aseguran haber sufrido violaciones cuando eran menores. Allí, en las dependencias policiales, tras contar sus casos por primera vez, sorprenden a los oficiales pidiendo que llamen a sus padres para confesarles lo que, en algunos casos, llevan años ocultando. La Policía ha puesto a disposición de víctimas y de familiares los servicios de un psicólogo.