Una paella para Chano Franquis

A punto estuvo de convertirse en multitudinario y vibrante homenaje de rentré a Chano Franquis la paella que el pasado sábado celebraron en su honor un grupo de militantes del Partido Socialista Canario en Gran Canaria, sector Quintanilla (“grandes bailes, amenizan Los Covina”, como decía la cuña radiofónica de la época). Era el reencuentro natural después de comprobar que, tras su marcha, el partido se encaminaba nuevamente al abismo. Cuando convocaron la paella no habían propuesto todavía a José Miguel Pérez para el Cabildo, pero ya se sabía que Demetrio Suárez había caído en desgracia electoral. Era el momento de recuperarlo para la causa, de auparlo nuevamente al liderazgo y, al siguiente lunes, este pasado lunes, proponerlo formalmente a la Ejecutiva Insular en el último día de plazo. Una operación entrañable, a la par que memorable. Sólo que alguien se adelantó a la jugada y forzó la candidatura de José Miguel Pérez. No obstante, la paella se celebró, aunque las caras de euforia no fueron las mismas, si bien eran prácticamente los mismos y las mismas que en su día le tributaran homenaje por haber abandonado su puesto de portavoz en el Ayuntamiento a poco de comenzar la legislatura, haber dejado al PSC en Las Palmas en manos de un breve Pedro Cuesta y forzar una renovación al revés para regresar triunfalmente. Quedamos a la espera de comprobar si todavía hay cintura para, al igual que intenta Eduardo González, aparentar que el cambio es suyo.

A punto estuvo de convertirse en multitudinario y vibrante homenaje de rentré a Chano Franquis la paella que el pasado sábado celebraron en su honor un grupo de militantes del Partido Socialista Canario en Gran Canaria, sector Quintanilla (“grandes bailes, amenizan Los Covina”, como decía la cuña radiofónica de la época). Era el reencuentro natural después de comprobar que, tras su marcha, el partido se encaminaba nuevamente al abismo. Cuando convocaron la paella no habían propuesto todavía a José Miguel Pérez para el Cabildo, pero ya se sabía que Demetrio Suárez había caído en desgracia electoral. Era el momento de recuperarlo para la causa, de auparlo nuevamente al liderazgo y, al siguiente lunes, este pasado lunes, proponerlo formalmente a la Ejecutiva Insular en el último día de plazo. Una operación entrañable, a la par que memorable. Sólo que alguien se adelantó a la jugada y forzó la candidatura de José Miguel Pérez. No obstante, la paella se celebró, aunque las caras de euforia no fueron las mismas, si bien eran prácticamente los mismos y las mismas que en su día le tributaran homenaje por haber abandonado su puesto de portavoz en el Ayuntamiento a poco de comenzar la legislatura, haber dejado al PSC en Las Palmas en manos de un breve Pedro Cuesta y forzar una renovación al revés para regresar triunfalmente. Quedamos a la espera de comprobar si todavía hay cintura para, al igual que intenta Eduardo González, aparentar que el cambio es suyo.