Palabra de Cardona

No se pueden imaginar el tamaño del cabreo que lucía este lunes en todo su esplendor la concejala Sari Chesa. No es para menos. A la mujer le hacía ilusión formar parte del jurado que ha de fallar el concurso de ideas para la famosa parcela de la Cícer, que anda como la yenca. Se había comprometido en un pleno municipal el concejal Cardona, como consta muy clarito en el acta de la sesión: “No tengo ningún inconveniente en asumir y recoger el guante que usted me lanza de incorporarla como miembro del jurado como representante de la oposición...”. Guante ruín debía ser, porque al final Cardona la ha dejado fuera del concurso sin más explicación que su real gana, que es así, y no la vamos a torcer a estas alturas.

No se pueden imaginar el tamaño del cabreo que lucía este lunes en todo su esplendor la concejala Sari Chesa. No es para menos. A la mujer le hacía ilusión formar parte del jurado que ha de fallar el concurso de ideas para la famosa parcela de la Cícer, que anda como la yenca. Se había comprometido en un pleno municipal el concejal Cardona, como consta muy clarito en el acta de la sesión: “No tengo ningún inconveniente en asumir y recoger el guante que usted me lanza de incorporarla como miembro del jurado como representante de la oposición...”. Guante ruín debía ser, porque al final Cardona la ha dejado fuera del concurso sin más explicación que su real gana, que es así, y no la vamos a torcer a estas alturas.