Palcos muy familiares

Muy concurrido y colorista estuvo el palco de autoridades del estadio de Butarque, en Leganés, para presenciar el partido de fútbol que disputaron este sábado la UD Las Palmas y el equipo local. Además de las autoridades e invitados locales, asistieron por parte amarilla el presidente de la entidad, Luis González, y señora; los consejeros Sonia Ferrera y José Calero, así como el director de fútbol, Manolo Torres, señora e hijos. Dada la precariedad de medios económicos en que se desenvuelve el club, estamos en condiciones de asegurarles que cada uno se pagó su viaje y el de sus seres queridos de su propio bolsillo de ellos. Porque nos consta que los billetes de avión, los traslados interiores y el hotel pudieron ser abonados en esta ocasión gracias a los 60.000 euros recaudados en el amistoso con el PSV. Mientras llegan los dineros de los palcos que hay que vender (animamos desde aquí a José Miguel Suárez Gil, que se responsabilizó públicamente de la cuestión) la cosa anda un tanto fastidiada. Las agencias de viaje se ponen remolonas y empiezan a pedir dinero en efectivo. Mientras, se conocen noticias, como las adelantadas este lunes por este periódico, de lo que va a costar la expeditiva política de despidos y lo que dejaron de ingresar por ser tan desesperados y no coger ni un euro por algunos traspasos. Y dentro del club alguien que parecía moderada (no sabemos si de centro reformista) se dedica a preguntarle a la gente por su vida sexual anterior a la catarsis.

Muy concurrido y colorista estuvo el palco de autoridades del estadio de Butarque, en Leganés, para presenciar el partido de fútbol que disputaron este sábado la UD Las Palmas y el equipo local. Además de las autoridades e invitados locales, asistieron por parte amarilla el presidente de la entidad, Luis González, y señora; los consejeros Sonia Ferrera y José Calero, así como el director de fútbol, Manolo Torres, señora e hijos. Dada la precariedad de medios económicos en que se desenvuelve el club, estamos en condiciones de asegurarles que cada uno se pagó su viaje y el de sus seres queridos de su propio bolsillo de ellos. Porque nos consta que los billetes de avión, los traslados interiores y el hotel pudieron ser abonados en esta ocasión gracias a los 60.000 euros recaudados en el amistoso con el PSV. Mientras llegan los dineros de los palcos que hay que vender (animamos desde aquí a José Miguel Suárez Gil, que se responsabilizó públicamente de la cuestión) la cosa anda un tanto fastidiada. Las agencias de viaje se ponen remolonas y empiezan a pedir dinero en efectivo. Mientras, se conocen noticias, como las adelantadas este lunes por este periódico, de lo que va a costar la expeditiva política de despidos y lo que dejaron de ingresar por ser tan desesperados y no coger ni un euro por algunos traspasos. Y dentro del club alguien que parecía moderada (no sabemos si de centro reformista) se dedica a preguntarle a la gente por su vida sexual anterior a la catarsis.