Pararon la misma obra en dos ocasiones

Decía la canción del popular baile de la yenka aquello de izquierda-izquierda, derecha-derecha... lo que viene a coincidir, chinche por chinche, con lo que ha hecho parte de la progresía satauteña que gobierna el municipio con esto del centro comercial y otras minucias. Por ejemplo, los concejales Toñín Ramírez y Emilio Ventura atesoran en su historial político haber conseguido en el anterior mandato, cuando eran apasionados socialistas, paralizar en dos ocasiones las obras del centro comercial mediante la reclamación ante la Justicia de medidas cautelares en tal sentido. Ramírez, concretamente, mantiene vivo un recurso contencioso-administrativo desde el momento mismo en que se firmó el contrato, y lo tiene contra ese contrato, la adjudicación de la obra y la concesión de la licencia del mamotreto. Pero este jueves cambiará de nuevo de opinión y descubrirá, cayéndose del caballo con insuperable estilo apostólico, cuan equivocado estaba al enfrentarse al progreso de su municipio argumentando algo tan falaz como el cumplimiento de la ley.

Decía la canción del popular baile de la yenka aquello de izquierda-izquierda, derecha-derecha... lo que viene a coincidir, chinche por chinche, con lo que ha hecho parte de la progresía satauteña que gobierna el municipio con esto del centro comercial y otras minucias. Por ejemplo, los concejales Toñín Ramírez y Emilio Ventura atesoran en su historial político haber conseguido en el anterior mandato, cuando eran apasionados socialistas, paralizar en dos ocasiones las obras del centro comercial mediante la reclamación ante la Justicia de medidas cautelares en tal sentido. Ramírez, concretamente, mantiene vivo un recurso contencioso-administrativo desde el momento mismo en que se firmó el contrato, y lo tiene contra ese contrato, la adjudicación de la obra y la concesión de la licencia del mamotreto. Pero este jueves cambiará de nuevo de opinión y descubrirá, cayéndose del caballo con insuperable estilo apostólico, cuan equivocado estaba al enfrentarse al progreso de su municipio argumentando algo tan falaz como el cumplimiento de la ley.