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Patricia, Gustavo, Chano, Loli… Y Juan Fernando

Patricia Hernández no estará sola. Su triunfo en las primarias abiertas que celebró el PSOE para elegir candidata a las autonómicas de mayo pasado no va a ser suficiente para convertirla en candidata a la Secretaría General del PSOE canario en un congreso aún sin fecha que se celebrará después de que Pedro Sánchez intente renovar al frente de la Ejecutiva Federal. La sucesión de José Miguel Pérez va a ser muy reñida. Pérez está parcialmente retirado de la primera línea de fuego aunque sigue ejerciendo como secretario general y miembro de la Ejecutiva Federal. Eso sí, al no tener cargo público alguno, actúa cuando se lo permite su dedicación a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en la que ejerce como catedrático de Historia, su ocupación anterior al ejercicio de la política. No va a mover un dedo por ninguno de los candidatos o candidatas que se ofrezcan, pero los que lo conocen saben que tiene sus simpatías, o por lo menos sus antipatías. No le gusta el modo en que Patricia Hernández está gestionando su cargo de vicepresidenta del Gobierno, básicamente porque la presencia socialista en el Ejecutivo se ha desdibujado del todo frente a Coalición Canaria y las acciones que ejecuta el presidente regional, Fernando Clavijo. Como puede reprime la rebelión de algunas agrupaciones locales que quieren hacer pagar a CC las ofensas en municipios como, Santa Cruz de Tenerife, La Laguna o Puerto de la Cruz y no se pronuncia en público sobre polémicas como el IGTE o la Ley del Suelo. Calla pero no otorga. Ni siquiera se pronuncia sobre el anuncio de que Juan Fernando López Aguilar haya aceptado el ofrecimiento de Patricia Hernández de acompañarle en su candidatura a la Secretaría General en calidad de presidente del PSC-PSOE. El eurodiputado, efectivamente, busca acomodo en la política regional a la vista de la incertidumbre que sobre su cabeza se cierne desde que padeció un conflicto judicial por malos tratos que acabó archivado, y tanto si continúa Pedro Sánchez al frente de la nave como si lo hace algunos de los representantes de las baronías socialistas, su futuro como eurodiputado no está garantizado. Fue –bueno es recordarlo- el candidato socialista a la presidencia de Canarias que obtuvo los mejores resultados (26 diputados en 2007) después de los de Jerónimo Saavedra (27 diputados en 1983), y se tuvo que marchar de aquí tras ser pionero en el uso del mismo relato económico, político y social que ahora tiene Podemos: López Aguilar fue el primer socialista con mando en plaza que se enfrentó a empresarios, medios de comunicación y políticos con querencia al compadreo. Imposible de sostener, lo mandaron a Europa.

 

 

No controla ni su agrupación local

Pero nadie da por seguro que el respaldo que pueda darle a Patricia Hernández el eurodiputado López Aguilar vaya a ser suficiente para que alcance su deseo de ser la primera mujer secretaria general de los socialistas canarios. La fórmula de elección será su primer adversario: serán primarias exclusivamente para militantes, sin simpatizantes adheridos vía tarjeta de crédito previo pago de dos euros. Serán las bases, o al menos aquellos y aquellas que quieran votar los que decidirán. Y Patricia Hernández no tiene garantizado ni siquiera el triunfo en su isla, Tenerife, donde los resultados de las últimas consultas nacionales hacen dudar de que pueda contar como mínimo con la mayoría de los militantes de Santa Cruz de Tenerife, de cuya agrupación local es secretaria general. Otras como la de La Laguna, a cuyo frente está Javier Abreu, están mayoritariamente en su contra, lo que posiblemente se acentúe con la candidatura de otro socialista tinerfeño, Gustavo Matos, miembro de la Ejecutiva regional y actual diputado autonómico. Matos ha sido estos meses de Gobierno de Fernando Clavijo la única voz mínimamente crítica con algunos de los atropellos que han ofendido a los socialistas canarios, y se presentará como opción alternativa alejada del aparato y amparada por el movimiento que puso en marcha en 2014 para optar –sin éxito- a ser candidato presidencial en las autonómicas de 2015, Bases 2020 En el resto de las islas operará respecto a Patricia Hernández en función de quiénes sean los candidatos que se presenten. Desde luego parece claro que en Gran Canaria la vicepresidenta cuenta con escasas opciones.

 

Campaña contra Chano Franquis

Los apoyos orgánicos de Patricia Hernández están en entredicho en casi todas las islas, especialmente en Gran Canaria, donde se le reprocha mayormente su política de nombramientos gubernamentales y, de camino, que se haya desentendido de los asuntos que han perjudicado particularmente a esta isla, verbigracia el absurdo reparto del más absurdo IGTE. Pero si se confirma el interés de Chano Franquis Cabildo) de oponerle candidato (bien el propio Franquis o persona interpuesta), Patricia Hernández podría ver muy reducidas sus opciones, aún contando con el impulso que pueda darle López Aguilar. A día de hoy contaría con más respaldo Gustavo Matos que ella misma, según las estimaciones que hacen los expertos en el complejo mundo orgánico del PSOE grancanario. Para contrarrestar este escenario de preponderancia de Chano Franquis) ya circulan por algunas redacciones de la isla informaciones no confirmadas de comportamientos poco recomendables durante su etapa de director de gobierno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria bajo la alcaldía de Jerónimo Saavedra. Todo va a depender, no obstante, de la movilización que logren hacer los titulares de los llamados brazos de palo, aquellos de las afiliaciones en masa, antaño de los supermercados Cruz Mayor, en los inefables tiempos del conde Lequio, hoy de “los del voleibol”, adheridos por la vía de García Quer, el frustrado director del aeropuerto que hizo la triple pirueta de irse, pasar por dos partidos políticos y regresar como si nada hubiera pasado.

 

Unas primarias duras

Si a Franquis, secretario general de Las Palmas de Gran Canaria, le sacarán los colores por su gestión en el Ayuntamiento, a Patricia Hernández le restregarán sin piedad el uso del apartamento presidencial en la sede de Santa Cruz de Tenerife, que ocupó con la excusa del periodo de lactancia de su hijo y que aún hoy sigue utilizando a pesar de que el bebé ya tiene más de siete meses, lo que conduce a pensar que agotará los nueve que como máximo prevé la ley para los permisos de una hora de ausencia del puesto de trabajo. Todo se complicará si, además de estos dos pesos pesados y el no oficialista Gustavo Matos, se suman otros candidatos a las primarias. En los últimos días ha sonado el nombre de Dolores Corujo, secretaria general del PSOE de Lanzarote, alcaldesa de San Bartolomé y presidenta del Grupo Parlamentario socialista, una acumulación de cargos que seguramente se verá obligada a reducir para no sufrir en campaña ese reproche. Corujo se presenta con una muy buena hoja de servicios al partido, tanto en lo que respecta a los resultados electorales del partido en Lanzarote como a su pulso a favor de la dignidad de sus dirigentes al mantenerse firme negándose a aplicar el pacto con Coalición Canaria en el Cabildo conejero ante lo que consideran un incumplimiento previo de su presidente, Pedro Sanginés, destituyendo a un técnico de Urbanismo por sus informes contrarios a los privilegios de los empresarios corruptos de la isla.

Patricia Hernández no estará sola. Su triunfo en las primarias abiertas que celebró el PSOE para elegir candidata a las autonómicas de mayo pasado no va a ser suficiente para convertirla en candidata a la Secretaría General del PSOE canario en un congreso aún sin fecha que se celebrará después de que Pedro Sánchez intente renovar al frente de la Ejecutiva Federal. La sucesión de José Miguel Pérez va a ser muy reñida. Pérez está parcialmente retirado de la primera línea de fuego aunque sigue ejerciendo como secretario general y miembro de la Ejecutiva Federal. Eso sí, al no tener cargo público alguno, actúa cuando se lo permite su dedicación a la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, en la que ejerce como catedrático de Historia, su ocupación anterior al ejercicio de la política. No va a mover un dedo por ninguno de los candidatos o candidatas que se ofrezcan, pero los que lo conocen saben que tiene sus simpatías, o por lo menos sus antipatías. No le gusta el modo en que Patricia Hernández está gestionando su cargo de vicepresidenta del Gobierno, básicamente porque la presencia socialista en el Ejecutivo se ha desdibujado del todo frente a Coalición Canaria y las acciones que ejecuta el presidente regional, Fernando Clavijo. Como puede reprime la rebelión de algunas agrupaciones locales que quieren hacer pagar a CC las ofensas en municipios como, Santa Cruz de Tenerife, La Laguna o Puerto de la Cruz y no se pronuncia en público sobre polémicas como el IGTE o la Ley del Suelo. Calla pero no otorga. Ni siquiera se pronuncia sobre el anuncio de que Juan Fernando López Aguilar haya aceptado el ofrecimiento de Patricia Hernández de acompañarle en su candidatura a la Secretaría General en calidad de presidente del PSC-PSOE. El eurodiputado, efectivamente, busca acomodo en la política regional a la vista de la incertidumbre que sobre su cabeza se cierne desde que padeció un conflicto judicial por malos tratos que acabó archivado, y tanto si continúa Pedro Sánchez al frente de la nave como si lo hace algunos de los representantes de las baronías socialistas, su futuro como eurodiputado no está garantizado. Fue –bueno es recordarlo- el candidato socialista a la presidencia de Canarias que obtuvo los mejores resultados (26 diputados en 2007) después de los de Jerónimo Saavedra (27 diputados en 1983), y se tuvo que marchar de aquí tras ser pionero en el uso del mismo relato económico, político y social que ahora tiene Podemos: López Aguilar fue el primer socialista con mando en plaza que se enfrentó a empresarios, medios de comunicación y políticos con querencia al compadreo. Imposible de sostener, lo mandaron a Europa.