El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
¿Cómo que la Paz no es cultura?
Las reacciones ante la decisión del comité sobre la Capitalidad Europea de la Cultura de elegir Donostia-San Sebastián han sido bastante coincidentes. Casi todas, tanto las emitidas desde Canarias como las que se profirieron desde Córdoba, Zaragoza o Burgos han situado los motivos políticos en el centro de esa elección, pero han estirado tanto ese argumento que a algunos se les ha vuelto del revés. Porque no se puede afirmar tan tajantemente que “se ha premiado la disonancia” de una ciudad “con una situación política de incertidumbre” que debió conducir a ser descartada (José Miguel Bravo de Laguna) y casar tal lectura del resultado con que se haya elegido a Donosti “por el tema de la no violencia” (Nardy Barrios) o “por su lucha por la paz” (ministra Rosa Aguilar) o con que es un disparate (Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza) al recaer la designación en una ciudad gobernada por Bildu. Porque, vamos ver, la decisión no puede ser política en dos direcciones opuestas a la vez.: no se sostener que Donosti estaba descartada por una cuestión política y decir que una cuestión política la ha hecho ganar. Parece bastante decepcionante que tantos y tan consagrados políticos se desencajen de la manera que lo hicieron este martes sin aceptar la derrota deportivamente y sin reconocerle a San Sebastián los méritos que su candidatura presentaba. Porque, cualquiera que se haya leído aunque sea por encima su documento descubre que, efectivamente, el ex alcalde Elorza, del PSOE, colocó la Paz como un aspecto destacado de su propuesta. ¿Que ahora es Bildu quien lo tiene que desarrollar? Cosas del 22-M. En LPGC le habría tocado al PP, dicho sea sin animus comparandi.
Las reacciones ante la decisión del comité sobre la Capitalidad Europea de la Cultura de elegir Donostia-San Sebastián han sido bastante coincidentes. Casi todas, tanto las emitidas desde Canarias como las que se profirieron desde Córdoba, Zaragoza o Burgos han situado los motivos políticos en el centro de esa elección, pero han estirado tanto ese argumento que a algunos se les ha vuelto del revés. Porque no se puede afirmar tan tajantemente que “se ha premiado la disonancia” de una ciudad “con una situación política de incertidumbre” que debió conducir a ser descartada (José Miguel Bravo de Laguna) y casar tal lectura del resultado con que se haya elegido a Donosti “por el tema de la no violencia” (Nardy Barrios) o “por su lucha por la paz” (ministra Rosa Aguilar) o con que es un disparate (Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza) al recaer la designación en una ciudad gobernada por Bildu. Porque, vamos ver, la decisión no puede ser política en dos direcciones opuestas a la vez.: no se sostener que Donosti estaba descartada por una cuestión política y decir que una cuestión política la ha hecho ganar. Parece bastante decepcionante que tantos y tan consagrados políticos se desencajen de la manera que lo hicieron este martes sin aceptar la derrota deportivamente y sin reconocerle a San Sebastián los méritos que su candidatura presentaba. Porque, cualquiera que se haya leído aunque sea por encima su documento descubre que, efectivamente, el ex alcalde Elorza, del PSOE, colocó la Paz como un aspecto destacado de su propuesta. ¿Que ahora es Bildu quien lo tiene que desarrollar? Cosas del 22-M. En LPGC le habría tocado al PP, dicho sea sin animus comparandi.