El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
'Pelotazo II', pero a las claras
Todo sea por ir aportando soluciones a la penosa situación económico-emocional de la UD Las Palmas, y sin ánimo de sentar cátedra. Salvo milagros, bastante improbables en España a partir del momento en que el PSOE se cargue las clases de religión, todo ha de pasar por una serie de operaciones económicas que, vistas desde una perspectiva convencional y en base a cómo se lo han montado algunos hasta ahora, podría calificarse de pelotazo. Como recordarán, ya hubo un intento de pelotazo en los estertores de la pasada legislatura, con Gonzalo Angulo, hoy viceconsejero de Pesca (¡manda huevas!) arrimando el ascua sólo para su sardina (y dale): sacar a la UD de Ciudad Jardín para garantizarse ante el mundo la viabilidad del nunca mejor llamado Angulo Arena, o Angulo Ventolera, que fue realmente lo que le dio al entonces consejero de Cultura y Deportes del Cabildo grancanario. Aquel pelotazo estaba pactado ya por Germán Suárez, por medio de Alfredo Morales, con Juanjo Cardona, entonces concejal de Urbanismo, en mayo de 2002, y no era otra cosa que la operación de edificar en el Estadio Insular y dotar de oficinas allí al Gobierno canario.
Todo sea por ir aportando soluciones a la penosa situación económico-emocional de la UD Las Palmas, y sin ánimo de sentar cátedra. Salvo milagros, bastante improbables en España a partir del momento en que el PSOE se cargue las clases de religión, todo ha de pasar por una serie de operaciones económicas que, vistas desde una perspectiva convencional y en base a cómo se lo han montado algunos hasta ahora, podría calificarse de pelotazo. Como recordarán, ya hubo un intento de pelotazo en los estertores de la pasada legislatura, con Gonzalo Angulo, hoy viceconsejero de Pesca (¡manda huevas!) arrimando el ascua sólo para su sardina (y dale): sacar a la UD de Ciudad Jardín para garantizarse ante el mundo la viabilidad del nunca mejor llamado Angulo Arena, o Angulo Ventolera, que fue realmente lo que le dio al entonces consejero de Cultura y Deportes del Cabildo grancanario. Aquel pelotazo estaba pactado ya por Germán Suárez, por medio de Alfredo Morales, con Juanjo Cardona, entonces concejal de Urbanismo, en mayo de 2002, y no era otra cosa que la operación de edificar en el Estadio Insular y dotar de oficinas allí al Gobierno canario.