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Pérez, estirando en chicle

Este viernes fue noticia nacional el reconocimiento por parte de José Manuel Soria de que había viajado de colgadera en el jet privado de Björn Lyng. La Cadena Ser se hizo eco de la noticia la noche del jueves, en Hora 25, y al día siguiente lo publicó el diario El País en su edición nacional. Está confirmado, por lo tanto, que en la sede central del PP, en la calle Génova, han acusado recibo de una más de José Manuel Soria. Pero también pudiera ser que estén encantados de la respuesta chulesca que se gastó el presidente del Cabildo, muy cercana a la marca de la casa que se estila ahora en el partido de Rajoy: si yo tengo pajas, tu tienes una viga que como te caiga en el dedo gordo del pie, te vas a enterar. Enterado. Mientras, José Miguel Pérez se resiste a pedir la dimisión de Soria y anda estirando en chicle: ha exigido que el presidente no esté en la sala de plenos cuando se aborde el asunto de Anfi Tauro, y en el colmo del alambique, ha situado en manos del PP la dimisión de su líder regional. Puestos a pedir, que le castiguen con un afeitado de bigote.

Este viernes fue noticia nacional el reconocimiento por parte de José Manuel Soria de que había viajado de colgadera en el jet privado de Björn Lyng. La Cadena Ser se hizo eco de la noticia la noche del jueves, en Hora 25, y al día siguiente lo publicó el diario El País en su edición nacional. Está confirmado, por lo tanto, que en la sede central del PP, en la calle Génova, han acusado recibo de una más de José Manuel Soria. Pero también pudiera ser que estén encantados de la respuesta chulesca que se gastó el presidente del Cabildo, muy cercana a la marca de la casa que se estila ahora en el partido de Rajoy: si yo tengo pajas, tu tienes una viga que como te caiga en el dedo gordo del pie, te vas a enterar. Enterado. Mientras, José Miguel Pérez se resiste a pedir la dimisión de Soria y anda estirando en chicle: ha exigido que el presidente no esté en la sala de plenos cuando se aborde el asunto de Anfi Tauro, y en el colmo del alambique, ha situado en manos del PP la dimisión de su líder regional. Puestos a pedir, que le castiguen con un afeitado de bigote.