El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Un periódico tabernario y temerario
No alcanzamos a entender qué se está cociendo en las cocinas del periódico El Día para que su propietario, editor y director haya hecho el petate, limpiado el trabuco, llenado la cantimplora y, en compañía de estos dos cebados mosqueteros, lanzado a las más tremendas espesuras del monte. Cualquiera que haga un seguimiento de sus editoriales puede descubrir rápidamente que asistimos a un claro desnorte, a un sinsentido independentista, a un fanático antiespañolismo que en realidad sólo parece esconder una profunda depresión cuyas causas y orígenes confesamos ignorar. El Día insulta y amenaza a diestro y siniestro a todo aquel particular, político, periodista, juez o fiscal que pueda llevarle la contraria en cualquier cosa, o se le considere culpable ora de la crisis económica que la propia empresa editora confiesa atravesar, ora por un revés judicial de los muchos que últimamente se le acumulan al periódico precisamente por su cabalgada hacia ninguna parte coherente. El socialista Santiago Pérez, al que este miércoles mismo colocaron en el centro de una imaginaria plaza pública invitando a los vecinos a apedrearlo, es el blanco principal de don Pepito y sus palanganeros. En el capítulo de medios de comunicación escapamos pocos, pero quizás sea este que tiene en pantalla el que concita más odio y más ansias de sangre en la mente retorcida de don Pepito y los suyos. Recurrentemente anuncia a sus lectores que el director de CANARIAS AHORA ingresará muy pronto en prisión por meterse con el atrabiliario director tinerfeño. Hacemos fervientes votos para que en tal afirmación no les esté asesorando también Eligio Hernández.
No alcanzamos a entender qué se está cociendo en las cocinas del periódico El Día para que su propietario, editor y director haya hecho el petate, limpiado el trabuco, llenado la cantimplora y, en compañía de estos dos cebados mosqueteros, lanzado a las más tremendas espesuras del monte. Cualquiera que haga un seguimiento de sus editoriales puede descubrir rápidamente que asistimos a un claro desnorte, a un sinsentido independentista, a un fanático antiespañolismo que en realidad sólo parece esconder una profunda depresión cuyas causas y orígenes confesamos ignorar. El Día insulta y amenaza a diestro y siniestro a todo aquel particular, político, periodista, juez o fiscal que pueda llevarle la contraria en cualquier cosa, o se le considere culpable ora de la crisis económica que la propia empresa editora confiesa atravesar, ora por un revés judicial de los muchos que últimamente se le acumulan al periódico precisamente por su cabalgada hacia ninguna parte coherente. El socialista Santiago Pérez, al que este miércoles mismo colocaron en el centro de una imaginaria plaza pública invitando a los vecinos a apedrearlo, es el blanco principal de don Pepito y sus palanganeros. En el capítulo de medios de comunicación escapamos pocos, pero quizás sea este que tiene en pantalla el que concita más odio y más ansias de sangre en la mente retorcida de don Pepito y los suyos. Recurrentemente anuncia a sus lectores que el director de CANARIAS AHORA ingresará muy pronto en prisión por meterse con el atrabiliario director tinerfeño. Hacemos fervientes votos para que en tal afirmación no les esté asesorando también Eligio Hernández.