Un pleno peculiar

Mientras esto ocurría en la calle, a escasos quinientos metros del Cabildo, en la Casa Palacio José Manuel Soria daba sus primeras lecciones de tolerancia y respeto a la oposición. Y la oposición, cómo no, desperdiciaba su primera oportunidad para actuar con normalidad. En la sección correspondiente tienen los detalles formales del pleno de la tarde de este jueves, un pleno que tiene todo el color, el olor y el sabor de ser ilegal. Lo convocó Soria in voce por la mañana, en el pleno constituyente, sin cumplir con los preceptos de tiempo y forma que marca el reglamento. La oposición, lejos de presentar un escrito denunciando esas prisas, acudió al pleno, lo que le inhabilita para impugnar los sabrosos acuerdos que en él se adoptaron. Cierto que CC ya montó su primera estampida, pero eso no parece inquietar al presidente, y pronto ni siquiera a la prensa. Las prisas del PP vienen dadas de su interés por empezar a trabajar pronto, para lo que necesitaban reorganizar las áreas de gobierno. Quizá podían esperar a hacer las cosas reglamentariamente y convocar el primer pleno el sábado y el segundo, para que se note el afán, el domingo. Por ejemplo.

Mientras esto ocurría en la calle, a escasos quinientos metros del Cabildo, en la Casa Palacio José Manuel Soria daba sus primeras lecciones de tolerancia y respeto a la oposición. Y la oposición, cómo no, desperdiciaba su primera oportunidad para actuar con normalidad. En la sección correspondiente tienen los detalles formales del pleno de la tarde de este jueves, un pleno que tiene todo el color, el olor y el sabor de ser ilegal. Lo convocó Soria in voce por la mañana, en el pleno constituyente, sin cumplir con los preceptos de tiempo y forma que marca el reglamento. La oposición, lejos de presentar un escrito denunciando esas prisas, acudió al pleno, lo que le inhabilita para impugnar los sabrosos acuerdos que en él se adoptaron. Cierto que CC ya montó su primera estampida, pero eso no parece inquietar al presidente, y pronto ni siquiera a la prensa. Las prisas del PP vienen dadas de su interés por empezar a trabajar pronto, para lo que necesitaban reorganizar las áreas de gobierno. Quizá podían esperar a hacer las cosas reglamentariamente y convocar el primer pleno el sábado y el segundo, para que se note el afán, el domingo. Por ejemplo.