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Polémica tenida blanca

No ha sentado muy bien que digamos en los ambientes masones de Canarias la anunciada para este lunes tenida blanca que se celebrará en el Club Prensa Canaria. Una tenida, para que nos entendamos, es el nombre con el que se conocen las reuniones de las logias masónicas, y si viene acompañada por el adjetivo “blanca” es porque la tenida se hace de cara al público. Se trata siempre de casos excepcionales, y la de este lunes la convoca la logia Luis Salat y Gusils para debatir sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Dos de los presentes son declarados masones, Alberto Isasi y Jerónimo Saavedra, y los otros dos invitados, Román Rodríguez y Luis Álvarez Álvarez (vicerrector de la ULPGC), no, que sepamos. Entre sectores de la masonería se critica esta tenida por dos razones, por su carácter abierto y por entrar a debatir cosas que también están prohibidas en la masonería, como es el caso de la política. No obstante, el tema y ese morbo que da el mandil y el compás, hacen presagiar un éxito de convocatoria.

No ha sentado muy bien que digamos en los ambientes masones de Canarias la anunciada para este lunes tenida blanca que se celebrará en el Club Prensa Canaria. Una tenida, para que nos entendamos, es el nombre con el que se conocen las reuniones de las logias masónicas, y si viene acompañada por el adjetivo “blanca” es porque la tenida se hace de cara al público. Se trata siempre de casos excepcionales, y la de este lunes la convoca la logia Luis Salat y Gusils para debatir sobre la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Dos de los presentes son declarados masones, Alberto Isasi y Jerónimo Saavedra, y los otros dos invitados, Román Rodríguez y Luis Álvarez Álvarez (vicerrector de la ULPGC), no, que sepamos. Entre sectores de la masonería se critica esta tenida por dos razones, por su carácter abierto y por entrar a debatir cosas que también están prohibidas en la masonería, como es el caso de la política. No obstante, el tema y ese morbo que da el mandil y el compás, hacen presagiar un éxito de convocatoria.