Que a la política no se viene por el sueldo

En más de una ocasión hemos tenido profundas discrepancias ante la forma de actuar de Miguel Cabrera Pérez-Camacho, sobre todo en los aspectos que tienen que ver con sus sus temibles prontos y cierta misoginia política, de la que él se defiende alegando que tiene hijas en este mundo y que respeta mucho a las mujeres. Bueno, pongámoslo en cuarentena. Pero de lo que no tenemos duda es de que no saca dinero de su actividad política, al menos en forma de salarios, dietas y suplidos. Es el único político que no cobra nada por su trabajo de diputado, lo que le permite criticar a aquellos que vienen a llevárselo calentito. Este viernes, en presencia de tantos compañeros suyos metidos al noble sacrificio de la política por el elevado servicio al prójimo, Pérez-Camacho clamó por que los jóvenes no se incorporen llamados por el sueldito. Y su frase final sobre el español la reproducimos íntegra, porque además de ceñirse a la doctrina del PP en los territorios bilingües y de dejar con las patas para arriba a don Pepito, es de aplicación directa en la Consejería de Turismo: “Defendamos siempre la libertad, la democracia, el Estado de Derecho, el concepto mismo de España, nuestro orgullo de ser españoles y europeos, nuestra lengua, la lengua de Miguel de Cervantes y de Federico García Lorca”.

En más de una ocasión hemos tenido profundas discrepancias ante la forma de actuar de Miguel Cabrera Pérez-Camacho, sobre todo en los aspectos que tienen que ver con sus sus temibles prontos y cierta misoginia política, de la que él se defiende alegando que tiene hijas en este mundo y que respeta mucho a las mujeres. Bueno, pongámoslo en cuarentena. Pero de lo que no tenemos duda es de que no saca dinero de su actividad política, al menos en forma de salarios, dietas y suplidos. Es el único político que no cobra nada por su trabajo de diputado, lo que le permite criticar a aquellos que vienen a llevárselo calentito. Este viernes, en presencia de tantos compañeros suyos metidos al noble sacrificio de la política por el elevado servicio al prójimo, Pérez-Camacho clamó por que los jóvenes no se incorporen llamados por el sueldito. Y su frase final sobre el español la reproducimos íntegra, porque además de ceñirse a la doctrina del PP en los territorios bilingües y de dejar con las patas para arriba a don Pepito, es de aplicación directa en la Consejería de Turismo: “Defendamos siempre la libertad, la democracia, el Estado de Derecho, el concepto mismo de España, nuestro orgullo de ser españoles y europeos, nuestra lengua, la lengua de Miguel de Cervantes y de Federico García Lorca”.