Sin posibilidad de probarlo

El juez Cosme López resalta en su sentencia que no quedaron probados en el acto del juicio las acusaciones, atribuciones, epítetos y comportamientos que, a lo largo de los meses que duró el proceso de elecciones en La Caja, atribuimos al presidente de Canarias7 y ex director general de la entidad. Ya nos hubiera gustado a nosotros hacerlo, pero la negativa de su señoría a que comparecieran los testigos que solicitamos nos impidió ese intento de prueba que, a la postre, se ha tornado definitivo para la sentencia condenatoria. Si, por ejemplo, nos hubiera admitido un comunicado del PSOE y el testimonio de uno de sus dirigentes acusando a Canarias7 de inventarse noticias para perjudicar a sus discrepantes, habrían quedado probadas muchas de las acusaciones que derivaron en lo que ahora se ha convertido en intromisión en el honor. Si hubiera permitido el testimonio de ex funcionarios de La Caja, habría advertido cómo fueron los 22 años de dirección general de García. Si hubiera podido hablar en el juicio un periodista perseguido por Canarias7 “por sus amistades peligrosas”, comprendería qué queríamos decir cuando hablábamos de chantaje, extorsiones y presiones intolerables... Qué a vamos a hacer, esperaremos a la segunda instancia.

El juez Cosme López resalta en su sentencia que no quedaron probados en el acto del juicio las acusaciones, atribuciones, epítetos y comportamientos que, a lo largo de los meses que duró el proceso de elecciones en La Caja, atribuimos al presidente de Canarias7 y ex director general de la entidad. Ya nos hubiera gustado a nosotros hacerlo, pero la negativa de su señoría a que comparecieran los testigos que solicitamos nos impidió ese intento de prueba que, a la postre, se ha tornado definitivo para la sentencia condenatoria. Si, por ejemplo, nos hubiera admitido un comunicado del PSOE y el testimonio de uno de sus dirigentes acusando a Canarias7 de inventarse noticias para perjudicar a sus discrepantes, habrían quedado probadas muchas de las acusaciones que derivaron en lo que ahora se ha convertido en intromisión en el honor. Si hubiera permitido el testimonio de ex funcionarios de La Caja, habría advertido cómo fueron los 22 años de dirección general de García. Si hubiera podido hablar en el juicio un periodista perseguido por Canarias7 “por sus amistades peligrosas”, comprendería qué queríamos decir cuando hablábamos de chantaje, extorsiones y presiones intolerables... Qué a vamos a hacer, esperaremos a la segunda instancia.