El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Donde está el PP resplandece la verdad
No logramos entender a qué viene que el PSOE y los progres famélicos del mundo se empeñen en decir que los dirigentes del PP mienten por sistema. En realidad lo que ha pasado con los casos Prestige, guerra de Irak, 11-M, Yak 42, etcétera ha sido un cúmulo de malentendidos que los ha colocado, a los del PP, en situación de mentirosos compulsivos. Pero seguro que algún día todo quedará aclarado y recibirán el perdón divino. Mientras eso llega, sin embargo, tenemos que sumar al largo memorial de mentiras el de los bolardos de El Monte, en el grancanario municipio de Santa Brígida, donde ha mentido hasta el apuntador, y además varias veces, que es lo que más coña tiene. Ahora resulta que el Ayuntamiento (PP) tramitó el permiso para colocarlos ante el Cabildo (PP), pero el primero negó su participación en los hechos y el segundo anunció una severa y apocalíptica investigación para encontrar a los culpables. Les relevamos del esfuerzo, la verdad, que no vale la pena, que ya nadie les cree.
No logramos entender a qué viene que el PSOE y los progres famélicos del mundo se empeñen en decir que los dirigentes del PP mienten por sistema. En realidad lo que ha pasado con los casos Prestige, guerra de Irak, 11-M, Yak 42, etcétera ha sido un cúmulo de malentendidos que los ha colocado, a los del PP, en situación de mentirosos compulsivos. Pero seguro que algún día todo quedará aclarado y recibirán el perdón divino. Mientras eso llega, sin embargo, tenemos que sumar al largo memorial de mentiras el de los bolardos de El Monte, en el grancanario municipio de Santa Brígida, donde ha mentido hasta el apuntador, y además varias veces, que es lo que más coña tiene. Ahora resulta que el Ayuntamiento (PP) tramitó el permiso para colocarlos ante el Cabildo (PP), pero el primero negó su participación en los hechos y el segundo anunció una severa y apocalíptica investigación para encontrar a los culpables. Les relevamos del esfuerzo, la verdad, que no vale la pena, que ya nadie les cree.