El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Premiado ¿por su rigor?
No tenemos nada contra la bella ciudad de Cádiz, por mucho que algunos gaditanos nos dedicaran recientente sabrosos epítetos por el tongo del partido Universidad-Cádiz de la pasada temporada. Pero es que a veces nos toca hablar de nuevo de un mismo sitio sin que tengamos nada contra el común de sus ciudadanos. El Ayuntamiento de la Tacita de Plata ha decidido otorgar a José Carlos Mauricio la Distinción Emilio Castelar a la elocuencia retórica y a la eficacia comunicativa, “por su claridad, rigor, capacidad de síntesis, serenidad, equilibrio y corrección formal de sus discursos”. Nada que objetar a la claridad de sus exposiciones, ni a la serenidad y corrección formal de sus discursos, pero mucho nos extraña que el jurado que otorga este premio pueda saber que Mauricio habla con rigor porque eso es a) desconocer totalmente su trayectoria política, plagada de mentiras y engaños; b) ignorar que cuando habla reinventa la realidad cada segundo, en función de sus intereses del momento, y c) desconocer que Mauricio es un cáncer para la política en general y la canaria en particular, por lo que darle un premio es reírle la gracia. Así que, nuestro más profundo agradecimiento y reconocimiento al Ayuntamiento de Cádiz, y al jurado que otorgó esta distinción, que se jinque una papa.
No tenemos nada contra la bella ciudad de Cádiz, por mucho que algunos gaditanos nos dedicaran recientente sabrosos epítetos por el tongo del partido Universidad-Cádiz de la pasada temporada. Pero es que a veces nos toca hablar de nuevo de un mismo sitio sin que tengamos nada contra el común de sus ciudadanos. El Ayuntamiento de la Tacita de Plata ha decidido otorgar a José Carlos Mauricio la Distinción Emilio Castelar a la elocuencia retórica y a la eficacia comunicativa, “por su claridad, rigor, capacidad de síntesis, serenidad, equilibrio y corrección formal de sus discursos”. Nada que objetar a la claridad de sus exposiciones, ni a la serenidad y corrección formal de sus discursos, pero mucho nos extraña que el jurado que otorga este premio pueda saber que Mauricio habla con rigor porque eso es a) desconocer totalmente su trayectoria política, plagada de mentiras y engaños; b) ignorar que cuando habla reinventa la realidad cada segundo, en función de sus intereses del momento, y c) desconocer que Mauricio es un cáncer para la política en general y la canaria en particular, por lo que darle un premio es reírle la gracia. Así que, nuestro más profundo agradecimiento y reconocimiento al Ayuntamiento de Cádiz, y al jurado que otorgó esta distinción, que se jinque una papa.