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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Presupuestos y debate sobre la nacionalidad

Efectivamente, en la tramitación parlamentaria de los Presupuestos Generales de Canarias para 2010, allá por diciembre, el Grupo Socialista introdujo una enmienda por la que se pretendía rebajar en un 20% los gastos de los altos cargos de la nacionalidad, con una tendencia a reducir a ocho el número de consejerías. Soria, en compañía de todo su Grupo Parlamentario del PP y del de Coalición Canaria, votaron en contra de la iniciativa. En marzo pasado, concretamente el 26, el Grupo Socialista volvió a ofrecer otra oportunidad espartana al Gobierno con una propuesta de resolución por la que se instaba a la reducción en el número de empresas públicas adscritas a la Comunidad Autónoma y en el número de sus cargos directivos, todo ello en consonancia con el compromiso anunciado por el Gobierno de España de actuar de igual modo. También Soria y los suyos rechazaron la medida. Por cierto, la veintena de empresas públicas que hay en Canarias, algunas de ellas tan jaracandosas como Promotur o Grecasa (a la que Soria ha sumado la publicidad a su objeto social) cuestan a los canarios la friolera de 120 millones de euros al año.

Efectivamente, en la tramitación parlamentaria de los Presupuestos Generales de Canarias para 2010, allá por diciembre, el Grupo Socialista introdujo una enmienda por la que se pretendía rebajar en un 20% los gastos de los altos cargos de la nacionalidad, con una tendencia a reducir a ocho el número de consejerías. Soria, en compañía de todo su Grupo Parlamentario del PP y del de Coalición Canaria, votaron en contra de la iniciativa. En marzo pasado, concretamente el 26, el Grupo Socialista volvió a ofrecer otra oportunidad espartana al Gobierno con una propuesta de resolución por la que se instaba a la reducción en el número de empresas públicas adscritas a la Comunidad Autónoma y en el número de sus cargos directivos, todo ello en consonancia con el compromiso anunciado por el Gobierno de España de actuar de igual modo. También Soria y los suyos rechazaron la medida. Por cierto, la veintena de empresas públicas que hay en Canarias, algunas de ellas tan jaracandosas como Promotur o Grecasa (a la que Soria ha sumado la publicidad a su objeto social) cuestan a los canarios la friolera de 120 millones de euros al año.