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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Muy pronto, todo en un blog

Aquel asunto de La Favorita, que sigue dando que hablar ahora por la insalubridad e inutilidad que presenta el edificio para los fines para los que fue comprado por 12 millones de euros, será uno de los que se analicen en un blog que prepara el periodista Carlos Sosa y que muy pronto verá la luz. Bajo el nombre de Exceptio Veritatis, se relatará con todo lujo de detalles cómo fue aquella fabulosa operación que incluyó un viaje meteórico a Suiza del concejal de Hacienda que tenía Soria para cuadrar las cuentas, Curro Fernández Roca. Reproduciremos documentos que la Justicia desechó en 2004, como el extracto de la tarjeta Iberia Plus de ese concejal donde aparece ese periplo de tan sólo 24 horas a Ginebra, posiblemente a cumplir una promesa, así como la confirmación de que la cuenta en Suiza que pedimos que se investigara pertenecía a la empresa Calle Cervantes, S.A., de Santiago Santana Cazorla. Una empresa, por cierto, creada sólo para la operación de La Favorita y luego desactivada. El asunto que convirtió a Carlos Sosa en delincuente.

Aquel asunto de La Favorita, que sigue dando que hablar ahora por la insalubridad e inutilidad que presenta el edificio para los fines para los que fue comprado por 12 millones de euros, será uno de los que se analicen en un blog que prepara el periodista Carlos Sosa y que muy pronto verá la luz. Bajo el nombre de Exceptio Veritatis, se relatará con todo lujo de detalles cómo fue aquella fabulosa operación que incluyó un viaje meteórico a Suiza del concejal de Hacienda que tenía Soria para cuadrar las cuentas, Curro Fernández Roca. Reproduciremos documentos que la Justicia desechó en 2004, como el extracto de la tarjeta Iberia Plus de ese concejal donde aparece ese periplo de tan sólo 24 horas a Ginebra, posiblemente a cumplir una promesa, así como la confirmación de que la cuenta en Suiza que pedimos que se investigara pertenecía a la empresa Calle Cervantes, S.A., de Santiago Santana Cazorla. Una empresa, por cierto, creada sólo para la operación de La Favorita y luego desactivada. El asunto que convirtió a Carlos Sosa en delincuente.