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El PSC, a la espera

Al presidente de La Caja, Antonio Marrero, casi le da un sofoco cuando Sánchez Verde se puso flamenco: que si la sentencia del Constitucional que la entidad se niega a aplicar, que si las demandas consiguientes, que si la política de personal, que si el distanciamiento con los directores de sucursales, que si la pérdida de cuota de mercado... Tuvo que ser Juan Manuel García Falcón, el director general, el que asumiera el mando de la asamblea y, apabullando con datos, tratara de reconducir la situación. Es cierto que la entidad arroja mejores números que antaño, pero no son tan espectaculares como aparentan, dicen los que de esto saben. Y sin ponerse a comparar, que es peor. Y mientras, el PSOE en la entidad, que pierde cuota de mercado, de poder y de influencia, no se hizo ver como oposición en la asamblea. Dicen que están a la espera de tiempos mejores. Como los del puerto, entendemos, y ahí sigue Arnáiz.

Al presidente de La Caja, Antonio Marrero, casi le da un sofoco cuando Sánchez Verde se puso flamenco: que si la sentencia del Constitucional que la entidad se niega a aplicar, que si las demandas consiguientes, que si la política de personal, que si el distanciamiento con los directores de sucursales, que si la pérdida de cuota de mercado... Tuvo que ser Juan Manuel García Falcón, el director general, el que asumiera el mando de la asamblea y, apabullando con datos, tratara de reconducir la situación. Es cierto que la entidad arroja mejores números que antaño, pero no son tan espectaculares como aparentan, dicen los que de esto saben. Y sin ponerse a comparar, que es peor. Y mientras, el PSOE en la entidad, que pierde cuota de mercado, de poder y de influencia, no se hizo ver como oposición en la asamblea. Dicen que están a la espera de tiempos mejores. Como los del puerto, entendemos, y ahí sigue Arnáiz.