A quince euros y no llenaron

La gente de Ángel Llanos, representado para la ocasión por Rafael Becerra, su hombre en La Laguna, municipio considerado cabeza de puente para el noble alzamiento insular (con perdón por tantas concomitancias), trató de convertir la cena de Navidad del partido en la ciudad de los adelantados en una especie de barómetro de cómo van los apoyos en uno y otro sentido. Las informaciones que tenemos son contradictorias, porque mientras los organizadores se muestran satisfechos con el centenar de personas que se congregaron en el restaurante Cañadas de la Esperanza, los seguidores de la señora Tavío aseguraron que los promotores tuvieron incluso que regalar invitaciones para llegar a tan emblemática cifra. Y eso que el cubierto sólo se cotizaba a quince euros por comensal. A estas alturas ya nos imaginamos que habrá habido llamada de Las Palmas: chicos, o lo organizamos mejor o no hacemos cenas, a ver.

La gente de Ángel Llanos, representado para la ocasión por Rafael Becerra, su hombre en La Laguna, municipio considerado cabeza de puente para el noble alzamiento insular (con perdón por tantas concomitancias), trató de convertir la cena de Navidad del partido en la ciudad de los adelantados en una especie de barómetro de cómo van los apoyos en uno y otro sentido. Las informaciones que tenemos son contradictorias, porque mientras los organizadores se muestran satisfechos con el centenar de personas que se congregaron en el restaurante Cañadas de la Esperanza, los seguidores de la señora Tavío aseguraron que los promotores tuvieron incluso que regalar invitaciones para llegar a tan emblemática cifra. Y eso que el cubierto sólo se cotizaba a quince euros por comensal. A estas alturas ya nos imaginamos que habrá habido llamada de Las Palmas: chicos, o lo organizamos mejor o no hacemos cenas, a ver.