La Recova, en las últimas

Ya que andamos metidos en asuntos tinerfeños, les acercamos lo que viene ocurriendo con el mercado municipal de La Recova, en La Laguna, Patrimonio de la Humanidad y una de las ciudades más bellas de Canarias. Sus habitantes están orgullosos de ella y de sus monumentos, como lo están de La Recova, que sin embargo tendrá que cerrar muy pronto para ser sometida a una reforma monumental. El Ayuntamiento dice que con un mes le alcanzará, pero los expertos plantean muchas dudas, las mismas que aparecen en las numerosas actas que los inspectores de Sanidad se han cansado de levantar a todos y cada uno de los puestos del mercado. Algunas denuncias son tan llamativas que ponen los pelos de punta, como la ausencia de agua corriente en carnicerías, por no hablar de la alegría con la que los pescaderos informan a los clientes de los precios y procedencia del género que venden, es decir, con toda la alegría del mundo y maldita información. Claro que visto cómo funciona la lonja del pescado en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, que la cierran cuando avisan que viene la inspección de la UE, todo lo que ocurre de ahí en adelante parece hasta divertido.

Ya que andamos metidos en asuntos tinerfeños, les acercamos lo que viene ocurriendo con el mercado municipal de La Recova, en La Laguna, Patrimonio de la Humanidad y una de las ciudades más bellas de Canarias. Sus habitantes están orgullosos de ella y de sus monumentos, como lo están de La Recova, que sin embargo tendrá que cerrar muy pronto para ser sometida a una reforma monumental. El Ayuntamiento dice que con un mes le alcanzará, pero los expertos plantean muchas dudas, las mismas que aparecen en las numerosas actas que los inspectores de Sanidad se han cansado de levantar a todos y cada uno de los puestos del mercado. Algunas denuncias son tan llamativas que ponen los pelos de punta, como la ausencia de agua corriente en carnicerías, por no hablar de la alegría con la que los pescaderos informan a los clientes de los precios y procedencia del género que venden, es decir, con toda la alegría del mundo y maldita información. Claro que visto cómo funciona la lonja del pescado en el puerto de Santa Cruz de Tenerife, que la cierran cuando avisan que viene la inspección de la UE, todo lo que ocurre de ahí en adelante parece hasta divertido.