El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Otra reculada de Soria
Las noticias sobre su próxima recusación parlamentaria sorprendieron a José Manuel Soria en Marruecos, desde donde vaticinó nuevamente urbi et orbi que el PSOE irá a por lana y saldrá trasquilado: la moción “terminará con la reprobación de los socialistas”, dijo. Tócala de nuevo, Sam. Probablemente se refiera el vicepresidente del Gobierno al innegable dato de que de los 60 diputados que componen la Cámara, sólo 27 votarán favorablemente a la iniciativa del PSOE, dando por descontado que el resto, los de CC y PP, le respaldarán ciegamente. Nadie puede adelantar un resultado preciso porque, como es de prever, los socialistas pedirán voto secreto, y ya se sabe que las urnas a veces atesoran sorpresas. Pero mientras Soria se asía nuevamente a sus chulerías, en Canarias avanzaban las negociaciones para calmar a los cabildos, muy cabreados con el vicepresidente por la llamada deuda histórica. Presidentes insulares nada sospechosos de veleidades socialistas como Ricardo Melchior o Tomás Padrón se suben por las paredes y ya van camino de obtener de Paulino Rivero y José Miguel Ruano la comprensión que siempre les ha negado el vicepresidente y consejero de Hacienda.
Las noticias sobre su próxima recusación parlamentaria sorprendieron a José Manuel Soria en Marruecos, desde donde vaticinó nuevamente urbi et orbi que el PSOE irá a por lana y saldrá trasquilado: la moción “terminará con la reprobación de los socialistas”, dijo. Tócala de nuevo, Sam. Probablemente se refiera el vicepresidente del Gobierno al innegable dato de que de los 60 diputados que componen la Cámara, sólo 27 votarán favorablemente a la iniciativa del PSOE, dando por descontado que el resto, los de CC y PP, le respaldarán ciegamente. Nadie puede adelantar un resultado preciso porque, como es de prever, los socialistas pedirán voto secreto, y ya se sabe que las urnas a veces atesoran sorpresas. Pero mientras Soria se asía nuevamente a sus chulerías, en Canarias avanzaban las negociaciones para calmar a los cabildos, muy cabreados con el vicepresidente por la llamada deuda histórica. Presidentes insulares nada sospechosos de veleidades socialistas como Ricardo Melchior o Tomás Padrón se suben por las paredes y ya van camino de obtener de Paulino Rivero y José Miguel Ruano la comprensión que siempre les ha negado el vicepresidente y consejero de Hacienda.