Retoman la censura en el Victoria

No se han calmado en absoluto las aguas en el Real Club Victoria de Gran Canaria. Este lunes se presentó por fin la segunda moción de censura contra el actual presidente, Eugenio del Toro, después de que la primera resultara rechazada por defectos de forma. Pero si la primera iniciativa contaba con las firmas de 341 socios de los 240 exigibles estatutariamente, en esta ocasión los firmantes han sido 344, lo que le confiere ciertos visos de prosperar. Ahora sólo falta esperar a que Del Toro la admita y convoque la asamblea general de la entidad, para lo que tiene treinta días de plazo. En el club se cruzan apuestas a ver quién adivina las excusas que pondrá el presidente para rechazar la iniciativa o, en el peor de los casos, alargarla en el tiempo hasta llegar a agosto, cuando se convoquen elecciones. De este modo, Eugenio del Toro se evitaría la vergüenza de ser el primer presidente censurado en la dilatada historia de la entidad, aunque podría convertirse también en el primero que lleven a los tribunales por incumplir la ley que regula estos mecanismos sociales.

No se han calmado en absoluto las aguas en el Real Club Victoria de Gran Canaria. Este lunes se presentó por fin la segunda moción de censura contra el actual presidente, Eugenio del Toro, después de que la primera resultara rechazada por defectos de forma. Pero si la primera iniciativa contaba con las firmas de 341 socios de los 240 exigibles estatutariamente, en esta ocasión los firmantes han sido 344, lo que le confiere ciertos visos de prosperar. Ahora sólo falta esperar a que Del Toro la admita y convoque la asamblea general de la entidad, para lo que tiene treinta días de plazo. En el club se cruzan apuestas a ver quién adivina las excusas que pondrá el presidente para rechazar la iniciativa o, en el peor de los casos, alargarla en el tiempo hasta llegar a agosto, cuando se convoquen elecciones. De este modo, Eugenio del Toro se evitaría la vergüenza de ser el primer presidente censurado en la dilatada historia de la entidad, aunque podría convertirse también en el primero que lleven a los tribunales por incumplir la ley que regula estos mecanismos sociales.