El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
La revolución sigue sin llegar
En el caso que nos ocupa, después del Pacto Salvar Gran Canaria, la alianza con AIC-CDS -ya CCN en Coalición Canaria- que se gesta en la moción de censura a Saavedra (1993) es el resultado del análisis comunista de que se debe crear una nueva burguesía nacional que articule el país como tal. Mauricio no lo explicó así de literal en un Curso de Verano, sino que simplemente, se lanzó a hablar a sus comunistas y acólitos de la necesidad de articular, moldear y dirigir a una nueva burguesía canaria, es decir la III Internacional atlántica. Lo malo es que olvidó contar que Stalin se puso tan pesado con lo de pactar con los burgueses de fuera y obligar a comunistas de otros países a hacerlo en su interior para salvar su cuello y su dictadura, que terminó por disolver en 1943 la III Internacional y mandar a hacer puñetas el objetivo teórico de la Revolución Mundial Proletaria. Entonces, tras la guerra, reclamó la vuelta a Rusia de los burgueses anticomunistas exiliados en Europa con la excusa de que podían revitalizar el país al ser mano de obra altamente cualificada. Los mandó a todos, o a casi todos, al Gulag. Y la revolución sigue sin llegar. Pobre Soria.
En el caso que nos ocupa, después del Pacto Salvar Gran Canaria, la alianza con AIC-CDS -ya CCN en Coalición Canaria- que se gesta en la moción de censura a Saavedra (1993) es el resultado del análisis comunista de que se debe crear una nueva burguesía nacional que articule el país como tal. Mauricio no lo explicó así de literal en un Curso de Verano, sino que simplemente, se lanzó a hablar a sus comunistas y acólitos de la necesidad de articular, moldear y dirigir a una nueva burguesía canaria, es decir la III Internacional atlántica. Lo malo es que olvidó contar que Stalin se puso tan pesado con lo de pactar con los burgueses de fuera y obligar a comunistas de otros países a hacerlo en su interior para salvar su cuello y su dictadura, que terminó por disolver en 1943 la III Internacional y mandar a hacer puñetas el objetivo teórico de la Revolución Mundial Proletaria. Entonces, tras la guerra, reclamó la vuelta a Rusia de los burgueses anticomunistas exiliados en Europa con la excusa de que podían revitalizar el país al ser mano de obra altamente cualificada. Los mandó a todos, o a casi todos, al Gulag. Y la revolución sigue sin llegar. Pobre Soria.