El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Reyes aplica el manual del PP
Guillermo Reyes ha sido muy hábil quedándose en el grupo de gobierno de Telde. Ahí, impasible el ademán, mientras el cuerpo aguante y rogando al cielo para que los jueces y la Policía se estén quietos. Desde el poder puede aplicar con más eficacia la estrategia que ha marcado el Partido Popular, su socio de gobierno, al verse sorprendido en varios casos de sonada corrupción. La consigna no es otra que cuanto peor, mejor, cuanto más extendida esté la mancha, menos afectará al partido que alberga a los corruptos. De ese modo podrán ustedes entender el empeño de Reyes en actuar como paladín de la cacería del anterior gobierno teldense, el de Aureliano Francisco Santiago Castellano, al que amenaza con una decena de escandaleras. Dicen algunas encuestas recientes que los ciudadanos no distinguen entre partidos limpios y partidos pringados, entre el que mete la mano en la lata del gofio y el que ni se entera. Incluso conocemos de una que arroja como espectacular resultado que la corrupción es culpa de la oposición por no controlar a los gobernantes. Ya van entendiendo, ¿verdad?
Guillermo Reyes ha sido muy hábil quedándose en el grupo de gobierno de Telde. Ahí, impasible el ademán, mientras el cuerpo aguante y rogando al cielo para que los jueces y la Policía se estén quietos. Desde el poder puede aplicar con más eficacia la estrategia que ha marcado el Partido Popular, su socio de gobierno, al verse sorprendido en varios casos de sonada corrupción. La consigna no es otra que cuanto peor, mejor, cuanto más extendida esté la mancha, menos afectará al partido que alberga a los corruptos. De ese modo podrán ustedes entender el empeño de Reyes en actuar como paladín de la cacería del anterior gobierno teldense, el de Aureliano Francisco Santiago Castellano, al que amenaza con una decena de escandaleras. Dicen algunas encuestas recientes que los ciudadanos no distinguen entre partidos limpios y partidos pringados, entre el que mete la mano en la lata del gofio y el que ni se entera. Incluso conocemos de una que arroja como espectacular resultado que la corrupción es culpa de la oposición por no controlar a los gobernantes. Ya van entendiendo, ¿verdad?