El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Diez & Romeo intentará cargarse el concurso
Andan muy revueltas las aguas en el mundo de las emisoras de radio ante los últimos acontecimientos relacionados con el concurso de asignación de frecuencias que el Gobierno de Canarias se dispone a adjudicar antes de las elecciones de mayo. Ya les hemos dicho aquí que más de cuarenta empresas vieron cómo sus ofertas se quedaban fuera por haber sido presentadas fuera de plazo, algo que inicialmente desmintió el bufete responsable de ese error, Díez & Romeo, pero que ahora se confirma en su integridad. Los que vieron los tomos presentados fuera de plazo en una oficina de Correos, al parecer de Arucas, están todavía asombrados con la presentación: nada iba encuadernado, todo cogido con gomas elásticas y dentro de unas infames bolsas de plástico. El cabreo de sus clientes es de agárrate y no te menees, lo que la firma madrileña trata de contrarrestar con continuos comunicados y entrevistas radiofónicas en las que asegura que lo resolverá. Y ya sabemos cómo: recurriendo el concurso desde sus bases hasta su altura para intentar que se repita todo nuevamente y poder así meter a sus clientes. Lo contrario sería enfrentarse a una reclamación masiva de todos los afectados.
Andan muy revueltas las aguas en el mundo de las emisoras de radio ante los últimos acontecimientos relacionados con el concurso de asignación de frecuencias que el Gobierno de Canarias se dispone a adjudicar antes de las elecciones de mayo. Ya les hemos dicho aquí que más de cuarenta empresas vieron cómo sus ofertas se quedaban fuera por haber sido presentadas fuera de plazo, algo que inicialmente desmintió el bufete responsable de ese error, Díez & Romeo, pero que ahora se confirma en su integridad. Los que vieron los tomos presentados fuera de plazo en una oficina de Correos, al parecer de Arucas, están todavía asombrados con la presentación: nada iba encuadernado, todo cogido con gomas elásticas y dentro de unas infames bolsas de plástico. El cabreo de sus clientes es de agárrate y no te menees, lo que la firma madrileña trata de contrarrestar con continuos comunicados y entrevistas radiofónicas en las que asegura que lo resolverá. Y ya sabemos cómo: recurriendo el concurso desde sus bases hasta su altura para intentar que se repita todo nuevamente y poder así meter a sus clientes. Lo contrario sería enfrentarse a una reclamación masiva de todos los afectados.