Ruidos en Teror

Vecinos del casco de Teror están que trinan. Se quejan de que el alcalde de la villa, el socialista Juan de Dios Ramos, no les haga caso en sus reclamaciones sobre un bar de tercera categoría convertido por arte de magia en escandalosa discoteca. El local es un martirio para los vecinos ya que abre todos los días de la semana, y sus instalaciones no están convenientemente insonorizadas. La música está siempre a tope y encima es la que es, y no la que a todos gustaría escuchar según a qué horas. Para colmo, rematan tan lamentable cuadro los clientes del establecimiento, muchos de los cuales engrosan la lista del changuerío montado del Canadá, con esas motos de escape libre. Lo que ponemos en público conocimiento del respetable con el ruego de que el alcalde actúe. De nada.

Vecinos del casco de Teror están que trinan. Se quejan de que el alcalde de la villa, el socialista Juan de Dios Ramos, no les haga caso en sus reclamaciones sobre un bar de tercera categoría convertido por arte de magia en escandalosa discoteca. El local es un martirio para los vecinos ya que abre todos los días de la semana, y sus instalaciones no están convenientemente insonorizadas. La música está siempre a tope y encima es la que es, y no la que a todos gustaría escuchar según a qué horas. Para colmo, rematan tan lamentable cuadro los clientes del establecimiento, muchos de los cuales engrosan la lista del changuerío montado del Canadá, con esas motos de escape libre. Lo que ponemos en público conocimiento del respetable con el ruego de que el alcalde actúe. De nada.