Saavedra y Gallardón, en la ópera de Salzburgo

El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra, es capaz de renunciar a algunas mieles que otros consideraban propias del cargo, como la de colocar diademas, bandas y harimaguadas. Es capaz de delegarlo casi todo en su equipo, aunque a veces tenga con él sus más y sus menos. Su experiencia vital y política le han colocado a vueltas de casi todo, y lo que para muchos resulta incomprensible desde la óptica de la política y sus ambiciones, para Saavedra es calidad de vida. De este modo es natural encontrarlo este fin de semana en Salzburgo, disfrutando de la ópera, en lugar de dándose un baño de multitudes en la procesión de La Burrita, por poner un ejemplo sin retranca. Allí, en Salzburgo, el alcalde coincidió con un rejuvenecido Alberto Ruíz-Gallardón y con el director de El País, Javier Moreno, sin que tampoco estas presencias tengan por qué interpretarse juntas en base a las nuevas claves políticas españolas.

El alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Jerónimo Saavedra, es capaz de renunciar a algunas mieles que otros consideraban propias del cargo, como la de colocar diademas, bandas y harimaguadas. Es capaz de delegarlo casi todo en su equipo, aunque a veces tenga con él sus más y sus menos. Su experiencia vital y política le han colocado a vueltas de casi todo, y lo que para muchos resulta incomprensible desde la óptica de la política y sus ambiciones, para Saavedra es calidad de vida. De este modo es natural encontrarlo este fin de semana en Salzburgo, disfrutando de la ópera, en lugar de dándose un baño de multitudes en la procesión de La Burrita, por poner un ejemplo sin retranca. Allí, en Salzburgo, el alcalde coincidió con un rejuvenecido Alberto Ruíz-Gallardón y con el director de El País, Javier Moreno, sin que tampoco estas presencias tengan por qué interpretarse juntas en base a las nuevas claves políticas españolas.