Saludos intermitentes

Da mucho juego el estadio de Gran Canaria, como se podrán imaginar, en jornada tan señalada como un partido dominical. Además de lo ya relatado, debemos detenernos en una entrada triunfal acaecida en el palco. La protagonizó el consejero Juan Ruiz, tan querido y tan odiado, según se mire, por los miembros del consejo de administración de la UD, del que forma parte. Ruiz pasó por delante de Armando Fuentes Falero, y no lo saludó. A continuación se detuvo ante Pepe Pérez, al que sí dio las buenas horas, luego ignoró por completo a Nicolás Ortega, para finalmente sentarse junto a Cristóbal del Rosario, al que sí saludó. No comprendemos si sirve de algo tanto sufrimiento, tener que vérselas de ese modo con compañeros del consejo en un órgano que lo único que está provocando a algunos son auténticos disgustos.

Da mucho juego el estadio de Gran Canaria, como se podrán imaginar, en jornada tan señalada como un partido dominical. Además de lo ya relatado, debemos detenernos en una entrada triunfal acaecida en el palco. La protagonizó el consejero Juan Ruiz, tan querido y tan odiado, según se mire, por los miembros del consejo de administración de la UD, del que forma parte. Ruiz pasó por delante de Armando Fuentes Falero, y no lo saludó. A continuación se detuvo ante Pepe Pérez, al que sí dio las buenas horas, luego ignoró por completo a Nicolás Ortega, para finalmente sentarse junto a Cristóbal del Rosario, al que sí saludó. No comprendemos si sirve de algo tanto sufrimiento, tener que vérselas de ese modo con compañeros del consejo en un órgano que lo único que está provocando a algunos son auténticos disgustos.