El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El secreto está en las bases
Las bases, había que mirar las bases. Y las miramos una y otra vez hasta llegar a la misma conclusión a la que ha llegado todo el mundo: la adjudicación del concurso para la prestación del servicio de hemodiálisis en los hospitales Doctor Negrín de Gran Canaria y José Molina Orosa, de Lanzarote, era impecable. Pero, ¿qué ocurriría si las bases fueran otras, si hubiera exigencias que escaparan de las características de la empresa ganadora, la muy nombrada Lifeblood? ¿Y si esas exigencias existieron en algún momento en el pliego de condiciones y alguien muy hábilmente ordenó quitarlas para facilitar el negocio a la empresa que debía facilitársele el negocio? Vaya por delante que la persona que controló la redacción de las bases, la que decidía qué había que poner, qué había que modificar y qué había que quitar, es la misma que presidió la mesa de adjudicación, y la misma en la que siempre se han amparado José Manuel Soria y Mercedes Roldós para bendecir la adjudicación: es cosa de los técnicos, insisten. Esa persona que es técnica pero que ocupa un cargo político se llama Lourdes Quesada, y es la secretaria general de la Consejería de Industria. De ella se va a hablar muchísimo los próximos días, no pierdan comba.
Las bases, había que mirar las bases. Y las miramos una y otra vez hasta llegar a la misma conclusión a la que ha llegado todo el mundo: la adjudicación del concurso para la prestación del servicio de hemodiálisis en los hospitales Doctor Negrín de Gran Canaria y José Molina Orosa, de Lanzarote, era impecable. Pero, ¿qué ocurriría si las bases fueran otras, si hubiera exigencias que escaparan de las características de la empresa ganadora, la muy nombrada Lifeblood? ¿Y si esas exigencias existieron en algún momento en el pliego de condiciones y alguien muy hábilmente ordenó quitarlas para facilitar el negocio a la empresa que debía facilitársele el negocio? Vaya por delante que la persona que controló la redacción de las bases, la que decidía qué había que poner, qué había que modificar y qué había que quitar, es la misma que presidió la mesa de adjudicación, y la misma en la que siempre se han amparado José Manuel Soria y Mercedes Roldós para bendecir la adjudicación: es cosa de los técnicos, insisten. Esa persona que es técnica pero que ocupa un cargo político se llama Lourdes Quesada, y es la secretaria general de la Consejería de Industria. De ella se va a hablar muchísimo los próximos días, no pierdan comba.