El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Entre Setién y Monche
Si José Setién fuera llamado a declarar es muy probable que se le pregunte si fue él quien controló la génesis del convenio urbanístico del Canódromo, si fue él quien ordenó los criterios a aplicar para efectuar unas valoraciones ceñidas a las cuentas que debían salir al final, y si fue él quien eligió las piezas de suelo con las que hacer las famosas permutas a Inprocansa/Urbacan. Si no fue él quien estuvo en las calderas de ese convenio es probable que señale a Monche, que fue el técnico que hizo las valoraciones, según consta en las conclusiones de la comisión de investigación, pero si alguien apunta a este funcionario es muy posible que, entre un cruce de acusaciones y otro, alguno de los llamados a deponer termine explicando de dónde partió la orden. Porque es evidente que nadie se sacó de la manga un expediente así, con esa pinta de impecable, con los astros alineados para el pelotazo y con todos los ingredientes necesarios para descargar las responsabilidades en el técnico de turno. A no ser que el técnico de turno termine hablando, que algunos deben estar ya hasta los mismísimos. Y si hablan por el Canódromo, ya metidos en asuntos del Servicio de Patrimonio, ¿por qué no seguir hablando del impecable expediente de La Favorita?
Si José Setién fuera llamado a declarar es muy probable que se le pregunte si fue él quien controló la génesis del convenio urbanístico del Canódromo, si fue él quien ordenó los criterios a aplicar para efectuar unas valoraciones ceñidas a las cuentas que debían salir al final, y si fue él quien eligió las piezas de suelo con las que hacer las famosas permutas a Inprocansa/Urbacan. Si no fue él quien estuvo en las calderas de ese convenio es probable que señale a Monche, que fue el técnico que hizo las valoraciones, según consta en las conclusiones de la comisión de investigación, pero si alguien apunta a este funcionario es muy posible que, entre un cruce de acusaciones y otro, alguno de los llamados a deponer termine explicando de dónde partió la orden. Porque es evidente que nadie se sacó de la manga un expediente así, con esa pinta de impecable, con los astros alineados para el pelotazo y con todos los ingredientes necesarios para descargar las responsabilidades en el técnico de turno. A no ser que el técnico de turno termine hablando, que algunos deben estar ya hasta los mismísimos. Y si hablan por el Canódromo, ya metidos en asuntos del Servicio de Patrimonio, ¿por qué no seguir hablando del impecable expediente de La Favorita?