Silencio en El Sebadal

José Juan Herrera Velázquez está de enhorabuena con los adalides del periodismo creativo. Le han publicado a cuatro columnas su desmentido ante el Parlamento y el respaldo a su versión dado por todos los grupos parlamentarios. Le endilgaron que el hombre había desviado dinero público para beneficiar al turismo de su isla, y alguien ha ordenado envainársela sin hacer mucho ruido. Pero para silencio total el aplicado al concurso para la licencia de casino en el hotel de Lopesan en Meloneras. El periódico creativo hace mutis por el foro, no sólo porque Lopesan forma parte del club que completan Mauricio y Juan Francisco García, sino también porque éste último fue quien embarcó en su día a La Caja en la compra del 20% de Lopesan Touristik, la empresa que sostiene un pulso con la consejería de Herrera Velázquez y Pilar Parejo a cuenta del Palacio de Congresos de Maspalomas. Con lo que se cierra el círculo: le dieron a Herrerita para que se asustara Pilar Parejo y ahora ésta le da a Lopesan a ver quién es el que se asusta. Buenísimo.

José Juan Herrera Velázquez está de enhorabuena con los adalides del periodismo creativo. Le han publicado a cuatro columnas su desmentido ante el Parlamento y el respaldo a su versión dado por todos los grupos parlamentarios. Le endilgaron que el hombre había desviado dinero público para beneficiar al turismo de su isla, y alguien ha ordenado envainársela sin hacer mucho ruido. Pero para silencio total el aplicado al concurso para la licencia de casino en el hotel de Lopesan en Meloneras. El periódico creativo hace mutis por el foro, no sólo porque Lopesan forma parte del club que completan Mauricio y Juan Francisco García, sino también porque éste último fue quien embarcó en su día a La Caja en la compra del 20% de Lopesan Touristik, la empresa que sostiene un pulso con la consejería de Herrera Velázquez y Pilar Parejo a cuenta del Palacio de Congresos de Maspalomas. Con lo que se cierra el círculo: le dieron a Herrerita para que se asustara Pilar Parejo y ahora ésta le da a Lopesan a ver quién es el que se asusta. Buenísimo.