El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
El síndrome de Fabra
No ha tardado mucho el PP en lanzar las campanas al vuelo porque la Audiencia Provincial de Castellón ha archivado cuatro delitos fiscales que pesaban sobre esa alma cándida que es Carlos Fabra, presidente de ese inmaculado partido en aquella provincia levantina. La justicia lo ha sacado de medio atolladero alegando que esos cuatro delitos, presuntamente cometidos por ese afortunado jugador de loterías, habían prescrito. Justo, justito, oye, que dijo la Fiscalía Anticorrupción sobre el caso salmón: que delito de Soria hubo (cohecho impropio) pero que no fue denunciado con tiempo suficiente (agosto de 2008) como para que el TSJC y la propia fiscalía lo empezaran a investigar hasta octubre. Pretender, como pretenden Soria, Camps y Fabra, que son inocentes de sus desviadas actuaciones es una falacia del tamaño de una catedral porque hasta ahora han quedado probados todos los comportamientos de estos angelitos: Soria viajó gratis, benefició al empresario con el que viajó gratis, votó a favor de la petición del empresario con el que viajó gratis... Vivió gratis en el chalet del empresario al que trató de beneficiar; propició un pelotazo de nueve millones en el Canódromo; compró La Favorita por el triple de su precio... No ha cometido ningún delito, según la Justicia. Pero los hechos sucedieron y se ponga como se ponga ya no los puede cambiar.
No ha tardado mucho el PP en lanzar las campanas al vuelo porque la Audiencia Provincial de Castellón ha archivado cuatro delitos fiscales que pesaban sobre esa alma cándida que es Carlos Fabra, presidente de ese inmaculado partido en aquella provincia levantina. La justicia lo ha sacado de medio atolladero alegando que esos cuatro delitos, presuntamente cometidos por ese afortunado jugador de loterías, habían prescrito. Justo, justito, oye, que dijo la Fiscalía Anticorrupción sobre el caso salmón: que delito de Soria hubo (cohecho impropio) pero que no fue denunciado con tiempo suficiente (agosto de 2008) como para que el TSJC y la propia fiscalía lo empezaran a investigar hasta octubre. Pretender, como pretenden Soria, Camps y Fabra, que son inocentes de sus desviadas actuaciones es una falacia del tamaño de una catedral porque hasta ahora han quedado probados todos los comportamientos de estos angelitos: Soria viajó gratis, benefició al empresario con el que viajó gratis, votó a favor de la petición del empresario con el que viajó gratis... Vivió gratis en el chalet del empresario al que trató de beneficiar; propició un pelotazo de nueve millones en el Canódromo; compró La Favorita por el triple de su precio... No ha cometido ningún delito, según la Justicia. Pero los hechos sucedieron y se ponga como se ponga ya no los puede cambiar.